La necesidad de ampliar la discusión laboral para 2008

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Tras un año donde la tasa de empleo ha alcanzado su máximo valor en los primeros trimestres desde la devaluación, 2008 plantea una buena oportunidad para la elaboración de una política de empleo más abarcativa que no sólo esté centrada en aumentos de salarios y mejoramiento de indicadores, sino que además permita sentar bases sostenibles para la discusión de cuestiones en torno a la calidad laboral y la distribución del ingreso.

La persistente demanda por un alza de salarios para el próximo año desde la CGT, se presenta como uno de los temas cruciales en materia laboral para el nuevo gobierno.  Pero más allá de la cuestión salarial, la pendiente mejora en la distribución del ingreso y la solución necesaria a la elevada informalidad constituyen aristas fundamentales al momento de evaluar la participación de los distintos actores sociales en el proceso económico, tanto a nivel nacional como regional. Aún los índices de pobreza se aproximan al 20% de la población total, registrándose también casi un 50% de informalidad en Río Cuarto desde 2004.
Las perspectivas para 2008 auguran un crecimiento del empleo como lógico efecto del alza esperada en la actividad. Se ha señalado además que el desempleo promedio para todo el año será del 7,8%. Sin embargo, los analistas creen que el ritmo de creación de puestos será más lento que el observado en los últimos años por el menor dinamismo de los sectores productores de bienes, y que por tanto debería darse una baja moderada del desempleo. Por otro lado, se espera también que el mercado laboral local así como el resto de los distritos del centro del país siga acompañando la tendencia a la baja que experimentan los índices nacionales tal como lo han venido haciendo desde los inicios de la recuperación tras la última crisis. En la medida en que el tipo de cambio sea competitivo y el dinamismo agropecuario siga impulsando la actividad, los pronósticos para Río Cuarto y región son favorables.
Ante este panorama alentador en materia de empleo, es posible pensar en diseñar una estrategia en materia laboral que implique que la negociación colectiva el próximo año entre empresas y sindicatos incluya con mayor frecuencias cláusulas en relación a las condiciones de trabajo, más allá de la mera discusión salarial que estará sujeta a las expectativas de inflación. La necesidad de implementar políticas de largo plazo en este aspecto sin duda será un tema candente para la nueva conducción nacional.

Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de Ma. Luján Fernández Rotelli – Miembro de Fundación EGE -info@fundacionege.org

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