Familiares de las víctimas esperan un nuevo parte médico, pero la salud de los pacientes es considerada como «muy delicada», segun informó Dardo Moriondo del Instituto del Quemado. Ravera es el paciente con el cuadro mas complicado.Foto: Miguel Matea – Director del proyecto de investigación que trabajaba con el hexano, e imagen del documento publicado por la web oficial donde admitían los riesgos.
Familiares de las víctimas esperan un nuevo parte médico pero la salud de los pacientes es considerada como «muy delicada». Están internados en el Instituto del Quemado y su director, Carlos Simon, dijo que todos son pacientes graves, que están inconscientes y con asistencia respiratoria mecánica.
El cuadro más delicado es el que presenta Carlos Ravera (64), cuya superficie corporal quemada es del 65 por ciento.
Los otros heridos que permanecen internados allí son Miguel Mattea (58), Damián Cardarelli (43) y Gladys Baralle (52), esta última seria la menos comprometida,según indicaron los profesionales que la atienden.
Nómina de heridos
Ultimo parte médico:
– Damián Cardarelli (docente, investigador) -43- Reservado.
– Miguel Mattea (docente, investigador). Reservado.
– Carlos Ravera (Conicet – docente). Muy grave.
– Gladys Baralle de Simone (investigadora). Reservado.
En el Hospital
– Sebastián Murello. Ya respira por sus propios medios y se encuentra estable. Tiene quemaduras en un 20 por ciento del cuerpo. Será derivado a Bahía Blanca donde vive su familia (Empleado de la Aceitera General Deheza)
En el Instituto Médico
– Diego Bonasa. (Arquitecto-Empresa de Rosario) Se recupera.
* Cecilia Pagliano ingresó con heridas leves y ya fue dada de alta.
Matea
Miguel Matea – Director del proyecto de investigación que trabajaba con el hexano, e imagen del documento publicado por la web oficial donde admitían los riesgos.
¿Quién es? Egresado de la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde obtuvo el título de Ingeniero Químico. Se graduó con el Doctorado en Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Sur y adquirió el Pos – doctorado en Ingeniería Química en Estados Unidos, en el Department of Chemical Engineering and Materials Science de la University of Minnesota. Desde el año 1987 desarrolla una intensa carrera docente y profesional, tanto en Argentina como en el exterior.
Cuenta con una extensa trayectoria en el área de investigación, es autor y coautor de numerosos trabajos científicos que han sido publicados en revistas especializadas y ha presentado más de 40 trabajos en Congresos nacionales e internacionales de la especialidad.
Actualmente es investigador independiente del CONICET y desde 1996 dicta cursos de grado y postgrado en la UNRC y la UNSL. Es Director del Grupo de Investigación y Desarrollo en Productos Oleaginosos (GIDPO), de la Universidad Nacional de Río Cuarto e integrante de la Comisión Asesora del CONICET- Área Ingeniería de Procesos y Productos Industriales y Biotecnológicos desde enero del 2005.
Cómo se produjeron las explosiones
Se realizaron las pericias en la Planta Piloto donde se produjeron las trágicas explosiones y que aún permanece cercada para el trabajo de la Justicia Federal. En el lugar había al menos 15 toneles de 200 litros, de los cuáles explotaron 5. El resto estaba a punto de estallar. En el momento del siniestro el calor en la Planta Piloto era de 200 grados.
El hecho comenzó cuando se intentaba instalar una canilla para la extracción de hexano y se produjo una pérdida de hexano. El líquido tomó contacto con un quemador y se originó el fuego. Las primeras llamas devoraron unas fajas que sostenían el tambor con hexano, provocando la caída al suelo del tambor que terminó por derramar el combustible.
La página oficial de la Universidad confirma que la utilización de hexano se realizaba desde hacia tiempo en el lugar. El derrame del hexano tomó contacto con una fuente extraña de color que provocó el fuego.
Los especialistas confirman que no era el lugar adecuado para que estuvieron los tambores y no hubo una tragedia mayor por el enfriamiento rápido del lugar.
En la Planta había otros líquidos que eran utilizado para ensayos de laboratorio y pero se pudo determinar que no eran combustibles.