En el encuentro de ayer pidieron el apartamiento de las autoridades del Rectorado y la Facultad de Ingeniería hasta que concluya la investigación. Además, amenazan con interrumpir todas las actividades de nuestra casa de altos estudios.
Spada: «El lunes por la mañana estará abierta la Universidad»
Los docentes vuelven a concentrarse en Plaza Roca tras denunciar falta de seguridad. En el encuentro de ayer pidieron el apartamiento de las autoridades del Rectorado y la Facultad de Ingeniería hasta que concluya la investigación. Además, amenazan con interrumpir todas las actividades de nuestra casa de altos estudios.
«Estamos atravesados por el dolor por la muerte de un compañero y por el estado de gravedad del resto de nuestros compañeros y compañeras que hoy se encuentran hospitalizados. Nos une el dolor y también la bronca», destacaron desde la Asociación Gremial Docente en un comunicado.
Agregaron que «este desastre es producto de de las condiciones de trabajo en las cual los trabajadores nos encontramos y de la falta de seguridad en los espacios».
«Exigimos una explicación clara por parte de la institución de cuales fueron las causas que desencadenador la tragedia. Exigimos que se nos diga cuál es el estado de seguridad en el campus de la universidad. Repudiamos cualquier intento de hacer responsables de la tragedia a los propios trabajadores», manifestó.
Primer encuentro
Más de 600 docentes y alumnos denunciaron las faltas de seguridad y amenazan con interrumpir todas las actividades en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Hubo durísimos cuestionamientos al rectorado y el decanato y pidieron que se aparten las autoridades mientras dura la investigación.. Admitieron que hubo una reunión la semana pasada en la que se debatió que hacer con el hexano y que una linea amarilla era la única medida divisoria entre los tambores del combustible y el paso de la gente. .
«Todos sabían que allí estaba el hexano y nadie hacía nada. Corremos un riesgo permanente porque no hay lugar para trabajar», afirmó María Marta Reinoso, docente del CONICET.
Por su parte, el profesor Raúl Montenegro, quien trabaja en la Planta Piloto, confirmó que hace una semana se reunieron docentes para analizar el costo de tener hexano en el lugar y se definió no afectar las investigaciones.
Mañana vuelven a reunirse en Plaza Roca para confirmar las medidas de fuerza.
“He escuchado decir –criticó- que funcionaron bien las salidas de emergencia de la Planta Piloto. No es así. No existen”.
Montenegro agregó que “se discute hoy si se cumplieron las normas de seguridad. Yo llevo 25 años acá y en mi Facultad cada uno hace lo que le parece”.
Patricia María, de Ciencias Humanas, recordó que “en reuniones del gremio docente pedí que además de discutir la importancia de ser latinoamericanos se hablara de las condiciones de trabajo”.
Leandro Ritta, alumno de Microbiología, preguntó: “¿Cuánta gente tiene que morir para que hagamos algo?”. Rindió homenaje a Juan Politano, pues “tuvo una de las actitudes más nobles que se pueden tener, dar la vida por los demás”.
Adrián Avalos, no docente del Comedor: “Naturalizamos cosas que pasan. Explotó el horno de Veterinaria, explotó un horno del Comedor y en ambos casos seguimos trabajando. Prioricemos la vida y no la máquina de producción de la Universidad. Hay que parar la Universidad hasta que nos den garantías para preservar la salud”.
Carlos Eric, profesor de Ciencias Exactas: “Los políticos prometen educación, salud y seguridad. ¿Cuánto nos educaron en salud acá? El hacinamiento se ha hecho una condición insalubre de trabajo. Me hago cargo como docente de acostumbrarme a la falta de seguridad” y ejemplificó diciendo: “Yo trabajo al lado de un tubo de oxígeno y otro de acetileno”, lo que no se liga con medidas de seguridad, “y me acostumbré”.
Invitó a pensar que “la Universidad va mucho más allá de incentivos y publicaciones” y a acordarnos en otras épocas también, “no sólo en Navidad y Año Nuevo, de que acá trabajan personas”.
Investigaciones privadas
Los investigadores consultados destacaron que los subsidios de empresas son fundamentales para sustentar las investigaciones y nadie se anima a enfrentar los costos por la falta de espacio y medidas de seguridad. Un 80 por ciento de los aportes van para los profesores y un 20 por ciento quedan en las arcas de la casa de altos estudios.
«Por acción hay responsabilidades que debemos esperar para definirlos. Por omisión la responsabilidad es de todos. En la reunión informativa sobre lo que se iba a hacer nadie quiso interrumpir una investigacíón privada», admitió Montenegro.
La mayoría de los convocados al encuentro fueron estudiantes, pese a que la Federación Universitaria propuso no discutir medidas hasta el martes «para respetar el duelo de los familias de las víctimas». También hubo docentes de las cinco facultades y algunos no docentes que cuestionaron severamente el posicionamiento del gremio de no participar del encuentro.
Ana Novairas, docente en Química, dijo que los profesores y alumnos deben aprender «a decir que no» a lo que consideren inadecuado «aunque se afecten intereses e investigaciones».
Hubo un acuerdo generalizado sobre que «todos sabían, incluso los directivos» de la presencia de hexano en la Universidad y describieron otras medidas de inseguridad.
«Hay combustible acumulados al lado de estacionamiento de vehículos, tubos de líquidos peligrosos en lugares sin salidas de emergencia, puertas que abren para adentro, sectores con deficiencias en electricidad, falta de planes de evacuación y medidas de emergencia…» describieron en la asamblea docentes y no docentes.
Tras una larga discusión finalmente se decidió pedir a las autoridades universitarias del Rectorado y la Facultad de Ingeniería que «se aparten de sus cargos hasta que concluya la investigación». Solicitaron, además, una comisión integrada por todos los sectores para hacer un mapa de riesgos y «conocer lo que se hizo y lo que se va a hacer». Finalmente, amenazaron con interrumpir todas las actividades sino se garantiza la bioseguridad en todo el campus.