El joven de cuarto año habría señalado que mataría a sus compañeros de curso y sus manifestaciones derivaron en la intervención del Juez de Menores José Varela Geuna y especialistas designados por el colegio.
Los padres quieren que echen del establecimiento al menor, pero algunos compañeros lo defienden.
La madre del alumno se manifestó consternada y negó que su hijo haya tenido intenciones de agredir a algún compañero.
Esta mañana se reunieron padres de alumnos que concurren al secundario de las Escuelas Pías con el director del establecimiento tras la supuesta amenaza de muerte de un estudiante en contra de sus compañeros.
El alumno de cuarto año habría amenazado con matar a todos sus compañeros de curso y sus manifestaciones derivaron en la intervención del Juez de Menores José Varela Geuna y especialistas designados por el colegio.
El supuesto dicho amenazante habría fijado el 20 de noviembre como fecha de concreción.
«Aparentemente hay diferencias entre los directivos del colegio y los padres. Por lo que escuché se buscará aislar al niño porque uno solo ha generado malestar en más de mil alumnos. Mañana sería el día en el que concretaría la amenaza», destacó uno de los padres al finalizar la reunión.
Otro de los progenitores admitió que existen posiciones contrarias sobre «la posibilidad de que el alumno sea discriminado».
«Los directores se han basado en la parte legal pero los estudios que dicen que le hicieron no nos dan seguridad. Por eso se determinó que los alumnos no van a ir a la escuela», señaló otro padre consultado.
Consternada
La madre del alumno, Marta (se preserva su apellido porque se trata de un menor) se manifestó consternada y negó que su hijo haya tenido intenciones de agredir a algún compañero.
La mujer manifestó que, por ahora, no hablará con la prensa y precisó que recibió el respaldo de algunos padres que rechazaron la expulsión de su hijo.
Divididos
Los chicos, en cambio, se mostraron divididos. Al ingreso al colegio manifestaron que el joven «no ha mostrado nunca actitud agresiva, se mostraba como una persona normal».
«Fue una broma, nada más», destacó un alumno.
Un compañero destacó que se mostraba «desconcertado» porque «se trata de una buena persona».
«No lo conocían y creían que podía ser capaz. Fue una broma que en el boca a boca generó confusión. No se si los chicos sienten miedo, para mi son los padres. Nunca hubo tensión», señaló.
Una alumna, sin embargo, admitió que «no parece una persona violenta» pero reconocieron que «la amenaza la repitió varias veces».
«Tenía conductas dark, como pintarse el pelo rojo. Nosotros quisimos acercarnos pero el nos daba vuelta la cara. Tenemos miedo», destacó.
«No hay riesgos»
El juez de Menores precisó que los informes sicológicos no indicarían que fuera a concretar algún daño para sí o para terceros.
El joven formaría parte de la cultura «dark» y algunos padres consideraron esto como un «mál síntoma» de lo que podría suceder.
«La intervención de un análisis psicológico contó con el respaldo de los padres, nunca hubo negligencia. Ha habido una preocupación y una participación de los progenitores», indicó Varela Geuna.
El Juez precisó que el informe del psicológo destaca que «no existe ningún rasco psicopático que indique que el alumno esté en una situación de riesgo o provoque alguna acción como la que fue comentada».