Ya conocemos cual es el destino de estas últimas y próximas generaciones: pagar, pagar y pagar. Todo lo pagamos, muy pocas cosas a valores bajos, la mayoría a valores siderales. En los comestibles y en el ocio. ¿No me cree? Se lo comento.
Hemos, estamos y estaremos pagando viajes inútiles de «mendigación» de la misma forma que se hizo en la década maldita. Pero este resultado es negativo, por suerte. Pero hemos pagado viáticos, hoteles de jeques, comidas de faraones y pasajes de reyes.
En la provincia pagamos en las facturas de servicios, para el mantenimiento de un Ente que nos protege, pero no tenemos quien nos represente. Resultado ni nos defiende ni escuchan nuestros reclamos. Pagamos por las obras desde el caño de agua hasta la central de energía eléctrica. Pero nada de eso es nuestro, aunque lo paguemos.
Seguimos pagando los intereses de los «malabaristas» que nos endeudaron a perpetuidad. Pagamos los sueldos y jubilaciones que se asignan ellos mismos. Obligan a repatriar nuestros fondos invertidos en Brasil, como si fueran de ellos. ¿Y los de Santa Cruz?
Debemos «aeguam servare mentem» que significa, mantener la mente tranquila. Es lo único que podemos hacer y mantener los bolsillos abiertos para que nos roben.
Atentamente
Juan r Bell
92061605
Rio Cuarto