Para que un equipo funcione, debe estar conectado. Tiene que haber una fuerza que lo impulse y entonces cumplirá su misión. Al fallar esa energía el equipo se desconecta. Así sucede con los servidores públicos. Tanto sean los funcionarios, empleados nuestros, como los sindicalistas, empleados de los asalariados por gremios.
Pero una vez que llegan a los sillones, se olvidan de las cosas que los motivaron, o sea se les acaba la corriente que los impulsaban. Quedan desconectados. Los vemos a diario con los que ocupan cargos importantes en los gobiernos nacional, provincial y/o municipal. Pierden la proporción de las cosas muchas veces delirando. Al tener un ingreso asegurado, de un importe muy interesante, ya no se recuerda los momentos de hambre y necesidad que pasaron. Es entonces que no comprenden que «sus patrones» las sigan teniendo. Por eso se «atrincheran» en sus puestos.
Los sindicalistas, olvidan sus momentos de participación y lucha para «codearse» con la fama y fortuna que les brinda la posición que ocupan. Y se olvidan de sus verdaderos objetivos. Como son cargos electivos y no se sabe hasta cuando estarán, aprovechan ahora para juntar una reserva. Si hablasen con los empleaos de supermercados, sabrían que estos, prefieren cobrar los días francos que disfrutarlos. Bajen a la realidad y comuníquense con su defendidos.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto