Los no docentes autoconvocados amenazan con llegar a la Justicia ordinaria si no se revé la distribución de las nuevas categorías

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A pocas horas de haber sido notificados, 95 trabajadores pidieron ver el expediente del reencasillamiento, paso previo al reclamo formal que primero corresponde hacerse ante la paritaria local, luego en la paritaria nacional y por último en los tribunales. Hay casi dos mil pesos de diferencia entre el salario más bajo y el más alto.

 

PRENSA UNRC -Visiblemente disgustados con los resultados y el proceso de reencasillamiento que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Río Cuarto, medio centenar de no docentes autoconvocados se reunieron en una asamblea organizada a último momento, en la que definieron que llevarán hasta las últimas consecuencias sus reclamos para que se revea la distribución de las nuevas categorías, que define cómo se reparte la masa salarial de este sector integrado por 508 empleados.
Los sueldos marcan grandes diferencias entre las siete categorías. Siguiendo el acuerdo firmado en mayo por el Ministerio de Educación, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la FATUN (Federación que agrupa los gremios del sector) por el que se determinan los montos que los no docentes percibirán en octubre, cuando se aplique el nuevo decreto, se puede ver que entre los salarios brutos, sin contar la antigüedad, hay una diferencia de casi dos mil pesos entre la categoría más baja (7) y la más alta (1). Mientras que un trabajador de la máxima categoría percibirá en bruto un básico de 1.410 pesos más 2.369 pesos remunerativos, no bonificables, que suman 3.779 pesos; otro empleado que le tocó quedarse en la categoría 7, cobrará 470 pesos de básico más 1.330 pesos remunerativos, no bonificables, con lo cual suma 1.800 pesos. A esos montos se le agrega el 1% por año trabajado –una proporción bastante menor a la que percibían con el anterior decreto 2.213, que contemplaba el 3% por año trabajado-.
Los no docentes autoconvocados principalmente se quejan porque a su criterio no se respetó el carácter funcional que debía tener la definición de esta nueva estructura escalafonaria, cosa que está explicitada en uno de los considerandos de la resolución rectoral de julio del año pasado: “Se ha acordado por parte del CIN y la FATUN que el reencasillamiento debe ser funcional”. En ese documento también se indicaba que se consensuaría y unificaría la metodología de trabajo para el análisis y readecuación de la planta no docente. Esa fue la resolución por la que se determinó cómo quedarían conformadas la comisiones de pre-encasillamiento –una por el Área Central y una por cada una de las facultades- y la comisión de reencasillamiento central, compuesta por once miembros, cuatro designados por el Rectorado, cinco en representación de cada una de las facultades, designados por los decanos, y dos designados por el gremio no docente.
“El tema por el que nos convocamos es el reencasillamiento funcional de los trabajadores no docentes. Está visto que hay disconformidad por parte de muchos compañeros que creen que es injusto. Ahora queremos organizarnos para llevar adelante el reclamo, marco en el que resulta importante lo colectivo”, dijo Adrián Ávalos, uno de los no docentes autoconvocados, quien aclaró: “Esto no es en contra del gremio, ni de las autoridades de la UNRC. Es la manifestación clara de que los trabajadores se ven afectados, por lo que hemos decidido organizarnos a favor de los quienes han sido injustamente reencasillados”. Y remarcó: “Es imprescindible volver a la asamblea”.
A lo largo de la asamblea, quienes sucesivamente fueron haciendo uso de la palabra reiteraron su disconformidad con la forma como se manejó la conformación de esta nueva estructura escalafonaria, se quejaron por la falta de información que hubo durante el proceso y pidieron que se genere una actitud más participativa por parte de los integrantes de este sector de trabajadores.
Acordaron reunirse nuevamente el lunes, a las 14,30. Esta vez con la presencia del abogado local Enrique Novo, a quién le realizarán las consultas que consideren oportunas para proseguir su reclamo. También imprimirán volantes informativos que distribuirán en las distintas reparticiones universitarias y expresarán su disgusto a través de un comunicado que harán llegar al gremio no docente, mediante la paritaria local, y al Consejo Superior.
Este reencasillamiento que ahora es cuestionado, fue aprobado por la comisión paritaria de nivel general para el sector no docente, luego de lo cual el Rectorado notificó de manera individual a cada empleado la categoría que le corresponderá con el nuevo rediseño.
Si bien en el acta de esa paritaria se indica que hay 18 cargos para la categoría más alta, sólo en 15 personas recayó esa designación. Según ese escrito, 18 trabajadores quedarían en la máxima categoría, 46 en la dos, 79 en la tres, 84 en la cuatro, 88 en la cinco, 94 en la seis y 99 en la categoría 7, que es la más baja, del esquema contemplado por el decreto del Ejecutivo Nacional 366/06.
Quienes no están conformes con la categorías otorgadas podrán hacer presentaciones legales, para lo cual cuentan con tres instancias: la comisión paritaria local, la paritaria nacional y la vía judicial. El paso previo es pedir formalmente el expediente para revisar el proceso que concluyó en la decisión no deseada, cosa que ya hicieron 95 trabajadores, a 24 horas de finalizada la notificación a los 508 empleados.

Las comisiones que decidieron el reencasillamiento

La comisión de pre-encasillamiento del Área Central estuvo integrada por Eduardo Gatti, Luis Argüello, María Furque e Irma Milanessio. La de Agronomía y Veterinaria por Damián Acevedo, Graciela Maldonado, Omar Montoya y Mario Yanke. La de Ciencias Exactas por Elisabeth Mazzone, Graciela Cobos, Miguel Bueno y Rosana Garnica. La de Ciencias Humanas por Mónica Arzuaga, Sonia Ponce, Omar Gatti y Ricardo Príncipe. La de Ciencias Económicas por Graciela Branquer, Carlos Dagorret, Juan Martelotto y Celia Orellana Bustos. Y la de Ingeniería por Dina Bianchini, Marcela Brizzio, Luis Carusillo y Felisa Vélez.
La comisión de reencasillamiento central estuvo integrada por Hugo Abrahan, Luis Venturín, Oscar Taurián, Isabel Lopo, Ana Basso, Lucía Costa, Isabel Pelaez, Enriqueta Subirachs y Hugo Juan Carlos Marengo.

 

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