Visión humanista de la niñez Tercera parte

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Enseñar a ser humano y comenzando por la niñez. Aquí la tercera y última parte de esta serie de entregas de la Lic Elena Farah. En esta parte el análisis de lo que la especialista llama la pareja educativa.

Vamos a introducir, siguiendo a la Dra. Isabel Mansione, el concepto de transferencia y contratransferencia, conceptos provenientes del psicoanálisis, para poder abordar los incidentes desde un enfoque que jerarquiza el vínculo entre las personas. Llamamos transferencia a la repetición de prototipos de vinculación infantil promovidos por deseos inconscientes y vividos con un marcado sentimiento de actualidad. 
Llamamos contratransferencia al conjunto de las reacciones inconscientes del analista frente a la persona del analizado y especialmente frente a la transferencia de éste. Se llaman así también a las respuestas del entrevistador a las manifestaciones del entrevistado y el efecto que estas manifestaciones  tienen sobre él. En el caso que nos compete, el docente recibe las transferencias de los alumnos y según cuanto conozca de sí mismo serán las condiciones que tenga para responder adecuadamente o por el contrario provocar una interferencia en la relación. No hablamos de un conocimiento intelectual sino de un aprendizaje emocional donde pueda identificar sus “zonas ciegas” lo que no ve. Si no las identifica como suyas, puede llegar a   atribuirles a otros cualidades que generalmente son molestas de reconocer en uno mismo. Uno no se da cuenta y al ponerlo mentalmente en el otro (proyección), es como si lo reprimiera, no lo ve más en uno y lo ve en el otro agrandado. Los docentes son blancos muy fáciles para hacerlos objeto de estas proyecciones. Es importante para el docente lograr una distancia emocional adecuada que le posibilite decodificar, incluir y contener las  emociones que circulan en el aula para lograr tener una actitud empática y así modular los conflictos que se presentan diariamente. El eje del autoconocimiento nos ha orientado en todas las consultas sobre  las situaciones criticas que suelen presentarse en  el ejercicio de la docencia, en la relación con los alumnos,  con los colegas, con las autoridades formalmente constituidas, con la planificación, etc. Hemos partido de  la noción:  campo de la pareja educativa. La idea es conocernos acerca de cómo somos constituyendo esa pareja, cómo buscamos y cómo evitamos información sobre nosotros mismos y sobre los otros, cómo buscamos y cómo no buscamos oportunidades para nuestro quehacer,  cómo fijamos nuestras metas, cómo planificamos, cómo constituimos redes de sostén en nuestra practica profesional, etc.
La noción de campo la hemos tomado, siguiendo a Mansione, de varios psicoanalistas. Nos interesan las condiciones psicológicas para la promoción de la salud y del bienestar, basados en que hoy tenemos conocimientos procedentes de la investigación psicológica que pueden ser muy beneficiosos para mejorar la vida de los seres humanos, en nuestro caso la vida de la pareja educativa. Ahora bien, ¿Como aplicarlos de manera que beneficien a buena parte de la comunidad docente?. En la docencia y según los términos de moda, hablamos de una investigación acción que cruza las áreas curriculares. Así fue que para favorecer el autoconocimiento  debemos plantearnos una reflexión, visto desde la psicología ¿Que ocurre durante  una hora de clase?.
Conclusiones
Queda bien claro lo expuesto en los items anteriores de la importancia y necesidad del viraje en las propuestas educativas;  es preciso para empezar a transformar el campo de la educación, dándole un tinte no solo intelectual sino afectivo, humanista; y lograr como meta la construcción de personas saludables, entendiéndose esto como el gran desafío, la necesidad que nuestros docentes, que se podrían llamar “inmigrantes digitales” hagan el esfuerzo, pero con convencimiento, de que están en el camino de la verdad y aceptar los cambios para lograr aprendizajes atractivos, usando inteligentemente las nuevas tecnologías, es decir aliarse y acercarse a la era tecnológica del conocimiento con entusiasmo, pero sin perder la importancia de la autoestima, la relación emocional con el otro, esto le dará una “compliance”( complacencia);  ser los mediadores entre los “nativos digitales” y los que pueden transmitir toda la historicidad y experiencia; esto es su biografía cargada de experiencias relacionales. Se necesitan modelar mentes sintetizadoras, ya que es tan veloz la información que la buena síntesis es una de las prioridades en estos tiempos. Una mente sintética se caracteriza, por tratar un problema específico desde muchas perspectivas; la mente sintética se ejercita cambiando constantemente de perspectivas sobre un tema. Hoy el mundo nos exige estos cambios para ser capaces de explorar diferentes vías sobre la diversidad, sin olvidar al ser humano. La escuela, entre otras funciones, debe convertirse en un verdadero laboratorio de síntesis humanística para que nuestra niñez aprenda a desenvolverse mejor en el mundo del conocimiento, tanto virtual como real, que ha adquirido dimensiones interdisciplinarias e internacionales jamás soñadas.
Como cierre de estas reflexiones, podríamos sintetizar que para una relación eficaz con la niñez posmoderna, debemos guiarnos por el trípode, el de promover una visión humanista de la educación, una alta autoestima y una pareja educativa afectiva. Para finalizar quisiera hacerlo con una frase de Ortega y Gasset:
“…lo que en caso vemos es solo el promontorio visible que hacia nosotros adelanta el resto latente del mundo. Y así podemos elevar  a ley general esta observación y decir: presente algo y está siempre compresente él «

Lic. Elena M. T. Farah
elenafarah78@hotmail.com
DNI 6.396.189
Lic. En Administración y Gestión de la Educación                                         Egresada de Univ. Nacional de Gral. San Martin (BA)

 

 

 

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