Violencia y acoso laboral

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A raíz de lo comentado por varios docentes, en forma privada, durante un encuentro educativo regional realizado en nuestra ciudad, describiendo situaciones de acoso como germinación de violencia laboral aún no resueltas, no obstante la difusión y denuncias que realizaron según las protagonistas, decidí dedicarle unas líneas a este problema en aumento.

Pienso que ante el acoso, cada afectado reducirá más el ámbito de movimiento del agente acosador, hasta que logre singularizarlo. Así seguiremos describiendo “brotes” de una epidemia que seguirá contagiando sectores docente y oatros niveles laborales hasta que se detecte su origen. Porque ninguna epidemia se ha controlado sin averiguar su origen, y sobre el actual mobbing laboral (acoso) ¿que investigaciones se están realizando, mas allá de la descripción aislada de cada caso o sector docente?
En el estudio de la violencia aparece el eterno fenómeno de la descripción del árbol que impide ver el bosque. Y mientras esta miopía social se mantenga, ¿qué defensa va a encontrar cada docente? si cuenta con mas de un trabajo diario para un respetable vivir, según la mayoría de los estudios que se realizan sobre las zozobras económicas del mismo.
Mis docentes-alumnos recordarán que ya les pronostiqué que esta situación se repetiría como consecuencia de la elevada proporción de generación «machista» que habita en los distintos barrios de la ciudad. ¿Ninguna predicción se puede hacer desde la detección de esta situación, para evitar se eleve el número de docentes que se encuentran acosados en las instituciones educativas?
Volviendo a la noticia, cualquier conocedor de las dinámicas urbanas sabe que este tipo de acoso (mobbing) tampoco es nada nuevo ni peculiar.
De forma que este tipo de mobbing ¿se trata de «imprevisibles conductas o reacciones humanas»? Si abundan los estudios que demuestran el mismo tipo de proceder con idénticos objetivos y resultados ¿No es mas probable que este mobbing haya sido provocado y planificado antes que imprevisible?
El mobbing con todas sus variantes no se erradicará mientras se mantenga la fractura, el desnivel, la inversión o la doble moral, como se quiera llamar, entre quienes practican este tipo de violencias, utilizando estrategias y técnicas de alta predictibilidad, y entre quienes reciben las denuncias con la venda en los ojos, que no es otra cosa ese posicionamiento de ignorancia que ahora se declara explícita y colectivamente.
Las conductas humanas hace más de medio siglo que se demostró que son previsibles, prácticamente sin error a partir de los 6 años, con los cada vez mas frecuentes maltrato entre pares de alumnos. Y en concreto en varios países, como en España, cuentan con un seguimiento longitudinal, en la que se obtuvieron los índices de predictibilidad de todos los delitos en ese contexto. Consultando, encontré que tanto para los delitos de violación, como para los de violencia de acoso, se puede predecir la reincidencia sin ningún error. Y en los demás delitos, se obtienen los índices de reincidencia añadiendo alguna información que los modifica y que es fácilmente detectable.
No se trata de determinismo, sino de conocer los factores implicados en la reincidencia para desde ellos poder predecir cada situación, entonces poder anticiparla. Por ello no solo son conductas y reacciones previsibles, sino que como todo fenómeno para el que existen leyes que lo explican y predicen, son modificables, porque al conocer las variables que más les influyen, se puede actuar sobre ellas. De ahí que se pueda predecir que sin sanciones firmes y garantizadas, el mobbing seguirá aumentando en frecuencia, en intensidad y en su extensión por sectores todavía no afectados.
Concretamente, si «no es justo atribuir la responsabilidad al juzgador en función del resultado» porque «el derecho penal no siempre es la solución» ¿quién es el encargado de recabar las soluciones que el derecho penal no se atribuye? ¿Están orientando hacia el derecho internacional o están pidiendo movilizaciones para reclamar a otras instancias? ¿Que institución falta en nuestro burocratizado, caro y por los resultados, ineficaz sistema de gestión pública, para que no se redistribuyan las tareas y funciones y tenga que ser el contribuyente quien se organice para reclamar? ¿O acaso se está devolviendo a la ciudadanía el control directo de la violencia?

Porque mientras el origen siga oculto, dedicar todos los esfuerzos a quitar alguna que otra mala hierba ¿no sirve en realidad para dar la espalda a las muchas que mientras tanto, siguen diseminándose y germinando a sus anchas? Por eso, para los acosados, vaya una aptitud valiente ya que “puedes proporcionar el adicional energético de cambio necesario para crear la conciencia compartida de lograr un mundo libre del peligro de plagas y yuyos” E.Mariscal.

Lic Elena Farah
Lic en gestión educativa
08/11/06

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