La misión y la visión en la educación

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El objetivo de este título es apuntar a una dirección definida: la educación no es el único campo de aplicación: una misión es como un magnífico e irremplazable título de todo  proyecto grupal, además de ser un indicador que marca la dirección adecuada del viraje del timón para evitar navegaciones al garete; situación histórica común en nuestras políticas y acciones educativas, no obstante teorizar y decir “tener todo claro” lo que significan  los cuatro pilares de Delors: aprender a Conocer, aprender a Hacer, aprender a Vivir Juntos y aprender a Ser. A continuación la opinión completa de los especialistas Farah y Medina Bisiach.

El concepto misión proviene de la raíz latina del término “Missio, onis”, acción de enviar, encargo; entonces misión es un encargo histórico realizable, se trata de un  “hacia” y de un “hacer”, su contenido lleva implícito una dirección y una acción. Su rango de misión viene dado por el poder facilitador de realizarla, si se sale de este marco se transforma en la utópica visión, que es otra cosa.
La misión de una Institución Educativa debe ser, en consecuencia, un plan programático e histórico realizable, realista, completo y útil, que fija las perspectivas y los espacios. Dentro de ella también se involucran la capacidad intelectual y de gestión. De la misión emergen los fines y objetivos, los planes y proyectos, y todas las estrategias que generan el devenir institucional. Se trata de una matriz, que marca una filosofía institucional. Esto supone que la misión exige un “camino” y unos “instrumentos” para caminar por rumbos concretos. Lo mas difícil de la misión es que debe llegar a todos los espacios más vulnerables, debe llegar, en la institución, hasta los rincones y vértices visibles y no visibles; y además llegar hasta el interior de la misma, en la vida de cada protagonista institucional desde la rectoría hasta el mantenimiento.
Debe ser “el momento teórico de la práctica”, es decir la teoría que surge de y para la práctica; de no ser así, la misión se tornará visión. La visión nos  marca el punto de llegada, al cual nunca vamos a llegar, pero siempre nos mantendrá en camino.
En una Institución Educativa, en consecuencia, tiene que estar articulando lo que se es y con lo que se quiere ser. Evitamos de esta manera, en concordancia con Marcusse, que “por afuera me encuentro con una bella fachada-visión pero adentro de esa institución no se cumple con la misión de la visión mostrada”.
De no ser así la Institución se transformará en una eterna confusión anómica, incoherente. Navegando entre el poder posibilitador de la realidad y las posibilidades generadas como expresión de deseos, o sea por el poder visionario y no misionario que debe guiar toda la institución.
“Si te arrojas al mar sin guía es peligroso. Si lo atraviesas en barco es peligroso si te apegas al vehículo-misión y pierdes la visión de la meta”

Lic. Elena M. T. Farah
elenafarah78@hotmail.com
DNI 6.396.189
Lic. En Administración y Gestión de la Educación
Univ. Nacional de Gral. San Martin (BA)
Registro Minist. Educación de la Nación Nº 2184               
                                                     
Dr. Eduardo O. Medina Bisiach
eomedinab@hotmail.com
DNI 7.976.139
Psiquiatra Universitario (UBA) MN 35099; MPBA 32440;MPC 5552
Master Internacional en Adicciones (USAL y Deusto- España)

17/08/06

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