¡Otra vez sopa! decía Mafalda. Nuevamente se permite el ingreso de productos baratos provenientes de Oriente a fin, tal vez de mantener los índices de inflación bajo. Por supuesto que si los datos no resultan favorables, se dibujan y listo. Pero todo tiene un límite, entonces se permite la importación, preferentemente de textiles de China a precios irrisorios. En la época de dólar=peso, quedo el tendal de fabricas de telas, que hoy son usurpadas por los sin casas. Los obreros, desocupados. Y volvemos a insistir. Solo veamos los por qué, allá si, acá no.
Desde hace siglos, se abolió la esclavitud en el mundo. Ya no se permitió la compra venta de personas. Tampoco el tráfico. Pero como es común en el ser humano, ambas prácticas se siguen haciendo. Lo que antes era legal hoy es ilegal, pero igual se hace. Desde África se trafican personas hacia Europa, de Méjico hacia Estados Unidos. Desconocemos qué sucede en el Lejano Oriente. Es que en el continente negro, no se llevan maquinas ni tecnología, entonces se busca donde sobrevivir. Y Europa se surte de mano de obra barata. Estados Unidos lo mismo, pero se le desborda entonces fabrica un muro separatorio. China con más de 1300 millones, se da el lujo de pagar salarios miserables. Solo hay 13 millones de multi millonarios, los otros son remplazables. Los occidentales explotan esa mano de obra barata, enviando sus plantas allá. La esclavitud sigue tan campante y remozada que antes. Sigamos comprando Made in China y habilitemos mas ex-fabricas para nuestros desocupados. Pero mostraremos al mundo que el costo de vida es bajo… bajo los dibujos de los gobernantes.
Atentamente,
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto
10/04/07