El ciudadano Juan Bell reflexiona sobre los trámites legislativos , la actitud de los legisladores y algunos interrogantes sobre la productividad.
Cómo funcionan los tramites legislativos, nacionales, provinciales y/o municipales? Veamos. Aparece una sugerencia o idea. El legislador la _evalúa preguntándose «¿Me beneficia?» Entonces adelante. Pasa al grupo de abogados para ver si no se opone a otra ley en vigencia. Si el proyecto viene de alguien de arriba, pasa, y si beneficia al partido, también. Luego se «acovacha» en una comisión que consulta con las empresas del ramo. Si hay ayuda$, entonces sale.
Siempre nos hemos quedado con una incógnita. Cuando se presenta y/o se habla de ese proyecto, todos están de acuerdo y salimos contentos de haber puesto nuestro grano de arena para la construcción del país. Nunca hemos escuchado un «no es posible».
Luego de desenterrarlo pasa a estudio ¿de quien? Y ahí entra en una ciénaga, se lo traga la tierra. En toda actividad, las cosas se hacen lo más rápido posible. Pero en los recintos legislativos, no. Pero si razonamos vemos que los elegidos trabajan unos pocos días a la semana. Así no se puede hacer nada y por lo tanto… no lo hacen. Sueldo asegurado, misión cumplida. ¿Y si pagamos por productividad como nos lo piden a nosotros? ¡La plata que nos ahorraríamos!
Atentamente
Juan R Bell
92061605
belljuanroberto@yahoo.com.ar
Río Cuarto
08/08/06