Una interesante síntesis de la evolución del comercio de La Argentina con Rusia realiza nuestro panelista invitado Pablo Andersen, Coordinador Area de Comercio Exterior de la Fundación de Estudios Económicos, Gubernamentales y Empresariales (EGE). El especialista destaca como el nivel de pedidos de productos argentinos muchas veces supera la oferta exportable disponible.
En 1992, el Gobierno Ruso liberalizó el comercio exterior y aceptó que los precios de la mayoría de los productos, evolucionaran en función de la oferta y la demanda, con una intervención bastante limitada del Estado.
A partir de este hecho han ido surgiendo mercados nuevos para los productos alimenticios, la ropa de confección, equipos para el hogar, ordenadores, automóviles, telefonía celular, etc.; producto de ello la Argentina ha exportado a Rusia carne bovina congelada, peras frescas, pellets de soja, uvas frescas, carne equina congelada deshuesada, quesos edam y gouda, filetes de pescado congelado, manzanas frescas, aceite de soja refinado, menudencias equinas, equipos odontológicos, vinos, tabaco, grasas, caramelos, pasas de uva, ciruelas secas, mates, bombillas para mates, aceitunas, yerba mate, etc. Argentina a su vez importó de Rusia: salitre amoniacal, tanques, fluorosilicatos de sodio, petróleo y derivados, etc. Hay que destacar que el nivel de pedidos de productos argentinos muchas veces supera la oferta exportable disponible; todavía tenemos pendiente cubrir demandas sobre carne bovina y carne porcina, pellets de soja forrajero, alimento para ganado, huevos en polvo, clara de huevo, suero en polvo, albúmen de leche, muebles de algarrobo, semillas de girasol, maíz forrajero, mosto para fabricar vino, vino de mesa, aceite vegetal, pescados, mallas, corseteria, pieles, zapatos, manteca, etc. Hay empresas argentinas que necesitan chapa naval para construcción de buques y barcazas y hay otras que buscan fertilizantes, productos químicos, bienes de capital y tecnología de punta. Desde nuestra visión, se incrementará el comercio en los próximos años, especialmente si se modifican medidas de fondo y forma, se facilite la logística de exportación y se pierda el miedo a exportar hacia este macro mercado, para ello sugerimos la búsqueda de alianzas estratégicas, joint ventures, representaciones comerciales y una mayor presencia en misiones comerciales y exposiciones.
Autor: Pablo Andersen
Coordinador Area de Comercio Exterior de la Fundación de Estudios Económicos, Gubernamentales y Empresariales (EGE)
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