¿Cuántos de nosotros quedaremos para semilla? Ninguno. El tiempo, que es inexorable e implacable, nos trasformará en seres molestos. Y muchos terminaremos en un geriátrico. De aquellos años de sacrificio en que se construyó una pieza mas para el «nene y la «nena», pasaron a ser piezas para guardar basura. Y nos reducimos cuando los chicos se van. Entonces se vende la casa y se compra un departamento y cuando pasan más años y se van perdiendo las facultades locomotrices y mentales nos pasamos a un geriátrico.
El amor de los hijos continúa pero las necesidades y obligaciones diarias hacen que se pase a otro plano. Visitas más espaciadas y hasta molestas. Entonces se piensa en un asilo y/o geriátrico que es ni más ni menos que un deposito de ancianos. Es la ley de la vida.
Durante la época activa, aportamos para tener unos pesos para vivir en la vejez. Y como muchos no llegan, los fondos se los roban los políticos y legisladores. Solo son válidos los últimos diez años aportados ¿y los otro veinte? Nadie se ocupa de que miles de personas son «archivadas» y «apiladas» en lugares muchas veces inapropiadas.
Entonces los que estamos y vislumbramos ese futuro, abrimos el paraguas. ¿Qué tal si una institución oficial nos protege desde ahora?
El plan es el siguiente:
La Municipalidad crearía un instituto, ente u cualquier otra figura legal, la cual captaría fondos voluntarios destinados a la construcción de monoambientes en lugares amplios, soleados y alejados de la ciudad.
Allí los que quisieran podrían habitar y compartir sus horas libres con otras personas de su edad. No le deberían nada a nadie ya que serían propietarios de ese monoambiente. El local contaría con salones multiuso, anfiteatro, biblioteca, restaurant, enfermería y otros. Sería mixto y podría ponerse a disposición un servicio de colectivo hasta el centro, en forma gratuita.
Calefacción, aire acondicionado, lavandería y atención permanente serían los servicios que se brindarían.
Creo que los mayores se lo merecen ya que no tienen voz pero si tienen voto. Hagamos hoy algo por nuestros mayores y por nuestro futuro.
El papel de la Municipalidad sería administrar y dar el cuidado y atención que los mayores necesitan. Los dineros que se aporten formarían un fondo para la construcción de los monoambientes y servicios. La figura legal no sería de propiedad horizontal, ni cooperativa ni otra que signifique coparticipación. La Municipalidad actuaría como administradora y quedaría como albacea del monoambiente hasta su desocupación por fallecimiento y/o mudanza. Luego pasaría a nombre de la Municipalidad como contraprestación por la atención brindada durante la ocupación.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto
27/03/07