China, un mercado difícil que exige rituales, gestos de confianza y paciencia

0
Compartir

El arte de comerciar con China es motivo de análisis del especialista en comercio exterior miembro de la Fundación EGE.

 
Comerciar con este amplio rincón del mundo es un arte complejo, que insume un aprendizaje de códigos culturales. Es para los que leyeron a Confucio, conocen sus ritos y ceremonias, saben interpretar silencios. La confianza es clave para cerrar un negocio. La confianza se gana a través de los viajes constantes, algo muy costoso para una pyme.
1. FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES
-El ingreso de la R. P. China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), contribuirá a acelerar las reformas pendientes en la transición de economía planificada a economía de libre mercado.
-China se presenta como el mercado con mayor número de consumidores potenciales del mundo: 1.300 millones de habitantes. A pesar de que la renta per cápita es baja (en torno a los 1.000 dólares USA), se calcula que existen de 60 a 100 millones de habitantes con un poder adquisitivo elevado. Las posibilidades del mercado potencial chino esta dividido. El “Primer mundo” chino de Beijing y Shanghai, donde el PBI per capita llega a 15.000 dólares, representa a sólo el 2,2 % de la población. El “Segundo mundo” estaría representado por las mayores ciudades y provincias de la costa, donde vive un quinto de la población; pero la mitad de la población china vive en el “Cuarto mundo” en la China central y del oeste, donde el PBI es menor a 1790 dólares per cápita.
-China cuenta con una óptima localización estratégica para servir de plataforma de distribución para la zona Asia Pacífico, a lo que se añaden el bajo coste de la mano de obra y, hasta el día de hoy, un marco legal y fiscal muy favorable a la inversión extranjera.
-En el actual proceso de globalización de la economía, China se presenta como la alternativa más adecuada para diversificar los riesgos de la empresa.
2. DEBILIDADES Y AMENAZAS
-Las infraestructuras del país están infra-desarrolladas, a pesar de la enorme inversión que el Gobierno viene realizando en el sector.
-Es difícil encontrar mano de obra según los estándares occidentales, y los costes del personal expatriado en China son muy elevados.
-La enorme diferencia cultural, idiomática, y de entorno social y político, constituye una de las mayores barreras a superar.
-Existen enormes costes previos a la materialización de la inversión. Se requiere mucho tiempo y dinero para estudiar el mercado, efectuar los contactos necesarios (guanxi, contactos dentro del Gobierno) para operar en el país.
-La empresa ha de disponer de una gran capacidad financiera para poder hacer frente a la inversión en China durante los primeros años. Hay que tener en cuenta que China es un mercado a medio y largo plazo (el período medio para obtener resultados en China es de aproximadamente 8 años.)
-Dificultad de obtener información fiable y detallada sobre el mercado, imprescindible para la elaboración de una estrategia de penetración adecuada.

Pablo H. Andersen
Coordinador Area de Comercio Exterior
de la Fundación EGE
comex@fundacionege.org

08/06/06

Commentarios

commentarios

Compartir