La economista integrante de la Fundación EGE, Ana Laura Oliva , propone pensar en que hoy la Argentina se enfrenta al desafío de superar disparidades que le impiden crecer.
Imaginemos un ejemplo que nos explique la polarización de la realidad Argentina. Las oportunidades de los niños son marcadamente diferentes según el lugar donde vivan, su situación social y su género. Un niño de una familia pobre de la provincia de Chaco tiene menor acceso a la educación formal que un niño de una familia adinerada de Buenos Aires. Al nacer, estos niños no son responsables de las circunstancias de sus familias: los ingresos y educación de sus padres, el lugar de nacimiento o el género. Aun así, las estadísticas sugieren que estas características predeterminadas tendrán una gran diferencia en la vida que van a llevar. El niño en el Chaco o en alguna otra área pobre se halla 2,5 veces más expuesto a morir en su primer año; tiene sólo un cincuenta por ciento de oportunidades de acceder a servicios de salud y es más probable que deje la escuela en sus primeros años para salir a trabajar. El niño de la familia porteña seguramente completará sus estudios secundarios en una institución de buen nivel y tendrá acceso al agua potable y a los servicios de salud. Es posible que algunos niños muy dotados de familias rurales pobres no lleguen a terminar la escuela primaria, mientras que otros de familias ricas, aunque con menor capacidad, tal vez terminen los estudios universitarios. Hoy, Argentina se enfrenta al desafío de superar disparidades que no sólo son injustas, sino que también pueden llevar al desperdicio del potencial humano y a la pérdida de oportunidades de desarrollo. La equidad es complementaria a la búsqueda de la prosperidad de largo plazo de una nación. Instituciones y políticas que promueven situaciones de equidad –en las que todos los miembros de la sociedad tienen oportunidades similares de ser miembros activos, influyentes políticamente y productivos económicamente– contribuyen al crecimiento y desarrollo de un país.
Ana Laura Oliva
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17/05/06