24 horas para hacer maldades

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Cada día que abrimos los ojos, nos decimos 24 horas para hacer maldades pero estamos felices de estar. Muchísima gente al despertar, solamente hace funcionar su maquina de contabilidad y comienza a pensar de la forma de hacer mas dinero, perjudicando a mas gente. Así el empresario, al verse «asaltado» por el Estado, le roba al empleado, pagando en forma ilegal o «negro» Y todo es una cadena hasta tanto no se rompa un eslabón. El humano no es capaz de copiar a la Naturaleza , donde todo se hace lentamente, sin prisa pero sin pausa.

Al recorrer las oficinas publicas y algunas privatizadas también, comienzan nuestro metabolismo a alterarse y también a no tener frío. Es que las rabietas que «pescamos» nos hacen subir la presión arterial. Al ver tanta burocracia, pedidos de papeles, documentos e idas y vueltas siempre nos la «agarramos» con el que esta enfrente. Pero el inepto que dirige, esta escondido y guardado por siete llaves y guardaespaldas. Ese inútil es quien pide cosas que las tiene al alcance de la mano. Pero ¿cómo justifica su puesto sino?
Lentamente, como la Naturaleza vayamos pidiendo la «cabeza» de alguno, no todos. También pidamos que los tramites se simplifiquen, pero de a uno. Al final del año tal vez hayamos reducido en algo la presión y los tramites. Es que la Naturaleza hace millones de años que esta trabajando y perfeccionando todo. Pero de a poquito.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto

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