“Sabemos que podemos ganar porque llegamos con muchos días de anticipación y un muy buen trabajo en Suiza. Además la presión la tienen ellos porque son locales y juegan en su superficie”, especificó Calleri.
José Acasuso y Agustín Calleri, compañeros en el equipo argentino de Copa Davis y ‘rivales’ en la competencia por ser el segundo singlista del conjunto nacional frente a Rusia, desbordan confianza de cara a la final y aseguran que si hacen las cosas bien “Argentina ganará la Ensaladera de Plata”.
“Sabemos que es una serie muy difícil y que ellos son favoritos por la condición de local y por la superficie rápida, pero también somos concientes de que si hacemos las cosas bien tenemos grandes chances de ganar”, sumaron respuestas Acasuso y Calleri en una entrevista exclusiva con Télam.
“Nosotros tenemos claro que debemos preocuparnos por Argentina, más allá de la superficie o de que ellos hayan tenido un buen año”, indicó Acasuso, nacido en Misiones y singlista en la última serie frente a Australia jugada en Buenos Aires.
“Estamos con mucha confianza y la expectativa es muy grande. Sabemos que podemos ganar porque llegamos con muchos días de anticipación y un muy buen trabajo en Suiza. Además la presión la tienen ellos porque son locales y juegan en su superficie”, especificó Calleri.
Durante los tres días de entrenamiento en la ciudad suiza de Ginebra, Acasuso fue el compañero de Nalbandian en todos los ejercicios de dobles, lo que marcaría una tendencia en el gusto del capitán Alberto Mancini a la hora de elegir la dupla que jugará el sábado.
Pero Acasuso también mostró durante las prácticas que está jugando muy bien singles, con una estupenda velocidad de golpes y un saque temible, por lo que está en igualdad de condiciones con Calleri.
Igualmente habrá que esperar la decisión de Mancini, ya que salvo David Nalbandian, ni el misionero ni el cordobés jugaron consecutivamente viernes y sábado en las tres series que Argentina afrontó en 2006.
Acasuso jugó singles contra Suecia en la primera ronda y Australia en las semifinales -con un gran triunfo sobre Lleyton Hewitt-, además del dobles contra Croacia, mientras que Calleri hizo dupla con Nalbandian frente a suecos y australianos y se desempeñó solo contra los croatas.
“Naturalmente que me siento más cómodo en singles, pero haber jugado dobles en el circuito me ayudó mucho. Contra Croacia jugué el sábado con Nalbandian y me sentí muy cómodo”, explicó Acasuso, mientras Calleri espera su turno para aclarar que “acá es cuestión de sumar. Al que le toque entrar jugará lo máximo y el que no alentará desde afuera”.
“Lo que dice Agustín es verdad -vuelve a introducirse el misionero en la charla-, porque nadie se cree más importante que el otro. Todos fuimos importantes durante el año. El y yo jugamos singles y dobles, pero Juan Ignacio Chela tuvo la gran responsabilidad de definir la serie ante Croacia”.
Otra de las características salientes que denota el equipo argentino es la muy buena relación que existe entre todos los integrantes.
“Siempre dijimos que tenemos muy buena onda. Obviamente que para ganar hay que entrar a la cancha y jugar bien, pero también es importante que todos tiren para el mismo lado”, le indicó Acasuso a Télam.
“Guillermo Vilas y Jose Luis Clerc, en su época, demostraron que se puede ganar sin hablarse, pero no es lo ideal. A mi criterio estar bien afuera, cuando compartís un almuerzo o una charla, es fundamental”, añadió el misionero.
Sobre el nivel de los rusos, ambos coinciden en afirmar que tanto Nicolay Davydenko como Marat Safin son grandes jugadores “pero no imposibles de vencer”.
“No hay rivales invencibles en el equipo ruso. Ellos juegan muy bien, Safin viene levantando su nivel y Davydenko está en un gran momento, pero nosotros tenemos lo nuestro y si hacemos las cosas bien somos peligrosos”, opinó Acasuso.
El misionero y el cordobés desbordan de optimismo y saben que están ante la oportunidad de sus vidas de quedar como los argentinos que ganaron la Copa Davis.
A partir del viernes buscarán trasladar toda esa confianza a la cancha para empezar a darle forma al sueño nacional de ganar por primera vez la Ensaladera de Plata.