Conmoción en Barrio Santa Rosa por el incencio por cuarta vez de la casa de los Sosa. La vivienda de Sergio Sosa, de 35 años, principal acusado del homicido del Esteban Páez, de 18 años. El incendio fue una nueva venganza de los amigos del joven asesinado.
El primer incendio fue a las 14.20, luego le siguió otro a las 15.45 y finalmente, el más grave, a las 17.40. Ningún habitante de la casa se encontraba en ese momento, el fuego se propagó con rapidez
poniendo en peligro las viviendas del vecindario.
Cuatro dotaciones de bomberos extinguieron el fuego en aproximadamente una hora y media de trabajo. La casa quedó inhabitable. Los móviles policiales allí presentes fueron apedreados por los vecinos que observaban el espectáculo en el exterior de sus casas.
Se hizo presente el fiscal de turno, Walter Guzmán, quien dijo en referencia a los vecinos: “Es muy difícil trabajar cuando los propios vecinos se manifiestan con piedras y balas en contra de la fuerza pública”, expresó el fiscal.
Para anoche se asignó una serie de efectivos para permanecer en el sector en “guardia policial”.
Los vecinos del sector reclaman mayor seguridad y aducen que en los últimos días ha sido imposible vivir tranquilos en este barrio.
Mientras tanto el hijo de los Sosa, un menor de 17 años continúa internado grave en el Nuevo Hospital por un balazo en la nuca recibido durante una de las peleas del domingo