Marcos Sereno habló tras la grave denuncia hecha pública por un veterinario del sur provincial y que

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Marcos Sereno habló tras la grave denuncia hecha pública por un veterinario del sur provincial y que desde hace 6 años no tiene una resolución en la UNRC. “Quieren mezclar el caso con una cuestión interna”, aseguró.

Marcos Sereno, el acusado por las firmas falsas en un informe sobre la mortandad de vacunos en un campo de Villa Valeria, en el que se implicó el nombre de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y funcionarios de la Universidad, negó ser el responsable.
Ayer se conoció públicamente la denuncia por la falsificación de firmas en un informe técnico realizado en el Hospital de Clínica Animal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria que es investigado por la autoridades de nuestra casa de altos estudios.
Según el informe los animales no murieron por la aplicación de un medicamento elaborado por Sereno, sino por una afección respiratoria.
Una de las firmas apócrifas es la del actual Vicerrector Juan José Busso. Los hechos ocurridos hace más de 6 años todavía no han sido esclarecidos pese a que a fines de 1999, el entonces rector, Leónidas Cholaky ordenó a través de la resolución 401 del 22 de septiembre la investigación sumaria por lo ocurrido.
Marcos Sereno, quien habría entregado el informó, habló hoy tras la grave denuncia hecha pública por un veterinario del sur provincial y aseguró que “quieren mezclar el caso con una cuestión interna”, aseguró.
“Hay una investigación en la Universidad y los mas interesados en que se resuelva somos nosotros. Esto no tiene anda que ver con una vacuna que supuestamente se vende en la Universidad. Ni siquiera es una vacuna sino un medicamento que yo fabrico en forma privada.. Hace 15 años que trabajo en el tema pero que no tienen nada que ver con mi condición de docente”, indicó.
Sereno destacó que trabaja en los campos donde se produjo la mortandad de animales desde hace 12 años y que solo va a colocar el medicamento. “Esto lo han intentado de mezclar con una cuestión interna en la Universidad. Hablé solo una vez con Toselli y lo que dijo sobre la denuncia corre por cuenta de el”, destacó.

El caso

En los primeros días de marzo de 1999 se produce la muerte de 13 bovinos (terneros y vacas adultas) en un establecimiento ubicado a 25 km. al sur de la localidad de Villa Valeria ubicada en el Departamento General Roca cerca del límite con la Provincia de la Pampa. El médico veterinario que atiende los animales sospecha que la mortandad se produjo por la ingesta de duraznillo (Cestrum Parqui), planta toxica existente en el lote donde estaban los animales.
Los vacunos habían recibido dosis de una vacuna que supuestamente prevenía la intoxicación con Parqui realizada en el marco de un tratamiento desarrollado por docentes de la universidad liderados por el doctor Marcos Rafael Sereno.
Con muestras de los animales muertos se realizaron en tiempo record los estudios para determinar las causas de los fallecimientos de los vacunos. Es el propio Sereno junto a otros tres docentes, entre ellos el actual Vicerrector Busso, quienes aparecen como firmantes de la ficha clínica N 000022/99 en donde se adjudica la causa de las muertes a “la enfermedad respiratoria de los bovinos”. Es el mismo Sereno quien presenta al médico veterinario actuante y a los productores agropecuarios afectados, los resultados de los análisis. El doctor Jorge Toselli envió una nota al decano de la Facultad una nota solicitándole “verificar el protocolo(…)ya que aduce de falencias técnicas y asidero científico para corroborar las conclusiones en él vertidas”.
Por su parte el doctor Juan José Busso pidió se investigue la falsificación de su firma a través de una nota enviada a la Vicedirectora del Departamento de Patología Animal considerando “que este hecho de suma gravedad, que constituye un delito, debe ser exhaustivamente investigado en primer lugar en salvaguarda de la Institución”. Un mes después los otros firmantes, incluyendo al propia Sereno denunciaron que a ellos también le habían falsificado las rúbricas. De estos hechos pasaron más de 6 años y todavía no se realizaron las pericias caligráficas para determinar si las firmas son o no falsas.

 

 

 

 

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