Mañana, a las 14 horas, se realizará una asamblea docente para analizar si aceptan el aumento o se d

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Mañana, a las 14 horas, se realizará una asamblea docente para analizar si aceptan el aumento o se determina una nueva medida de fuerza. Marcelo Ruiz, dirigente gremial en Río Cuarto, dijo que «la cifra está lejos de lo pedido».

El gobierno nacional les ofreció anoche a los docentes de las universidades nacionales un aumento del 19,9 por ciento, desdoblado en un 10 por ciento para julio y un 9,9 para agosto, lo que fue calificado de insuficiente por los gremios negociadores, la CONADU y la CONADU Histórica.
Mañana, a las 14 horas, se realizará una asamblea docente para analizar si aceptan el aumento o se determina una nueva medida de fuerza.
Marcelo Ruiz, secretario general del gremio docente en Río Cuarto, dijo que «la cifra está lejos de lo pedido».
Los dirigentes gremiales se entrevistaron ayer durante dos horas en Buenos Aires con el secretario de Políticas Universitarias, Daniel Malcom, y con autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), encabezados por su actual presidente, el villamariense Carlos Domínguez.
Al término del encuentro, David Dib, delegado por la Universidad Nacional de Córdoba, calificó de “insuficiente” la oferta oficial, aunque admitió que “puede ser mejorable”, según la distribución que se haga de esta mejora salarial entre las distintas categorías.
“Es poco por donde se lo mire, pero el viernes tendremos una nueva reunión para determinar el reparto de este aumento”, dijo Dib, quien antes de ingresar a la reunión confesó tener expectativas de una oferta más cercana al planteo gremial.
Este planteo que el gremio viene enarbolando desde hace dos años, pide un sueldo equivalente a media canasta familiar, es decir, 1.100 pesos, para la cetegoría testigo del escalafón, el auxiliar docente de primera de semidedicación, que en la actualidad cobra un sueldo de 550 pesos.
Pero el aumento quedará muy lejos de este objetivo, que es de nada menos que el ciento por ciento de incremento salarial. Las limitaciones que tiene el gobierno no son sólo de naturaleza financiera sino también política, porque un salariazo de estas características generaría una referencia testigo para todo el sector público, después muy difícil de controlar.
Organismos de decisión del gremio local, la ADIUC, cuyo secretario general es Dib, deliberará hoy para fijar posición y elevar al congreso de las dos CONADU que se reunirá el sábado en Buenos Aires. La idea es consensuar posturas para elevar al cónclave, aunque esto se complicará porque recién mañana se conocerá el sistema de distribución del 19,9 otorgado, como reconoció el propio Dib.
No obstante, ya hay una postura previa adelantada por el dirigente gremial. “Debemos esperar la oferta de distribución y el encuentro de las CONADU el sábado en Buenos Aires, aunque la idea es mantener abierta la negociación pero sin levantar las medidas de fuerza”, subrayó.
En las expectativas gremiales previas sobre su planteo ya histórico de una media canasta para el cargo testigo de auxiliar de primera de semidedicación, había una esperanza de mínima: un sueldo de 840 pesos.
Esto se sostiene en que es el sueldo mínimo de 840 pesos garantizado por la Nación para los docentes primarios, la maestra de grado, que tiene una carga horaria de 20 horas, igual que el auxiliar de semidedicación. El problema que un reajuste de estas características es del orden del 55 por ciento, muy por encima de cualquier actualización salarial que se haya dado, incluyendo en el cómputo a trabajadores privados y públicos.
“Estamos en el segundo año de la Ley de Financiamiento Educativo que prevé un incremento del 50 por ciento de la dedicación presupuestaria a sueldos de los docentes, para llevarla de 4 al 6 por ciento del PBI” en 2010, comenzó explicando Dib, para rematar con la siguiente argumentación: “Si la ministra de Economía, Felisa Miceli, le dice al Fondo Monterio que la economía crecerá este año no un 4,2 sino un 8 por ciento de su PBI, es evidente que el gobierno está en condiciones de una mejora salarial como la prevista para 2007 por la Ley de Financiamiento Educativo”.
En otras palabras, esta expectativa gremial era elevar la partida sueldos del sistema universitario en 1.100 millones de pesos adicionales. Este número colma las expectativas del gremio docente, aunque éste se desentiende absolutamente de las consecuencias políticas.
Pese a esto hay una actitud coherente de los gremialistas de los docentes universitarios. Esta consiste en pedir siempre mucho, desatendiendo también que el éxito de una negociación contiene una lógica de las proporciones entre lo que se pide y lo que se consigue.

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