Pidió Justicia y se sumó al reclamo de los vecinos y del propio Intendente de expulsar a los trabajadores foráneos con antecedentes penales. Se agravó el estado de Jorge Puzzi.
Fotos: A la izquierda, Jorge Puzzi. A la derecha, Cristina Oliva.
María Aurelina Perez está conmovida por el ataque brutal a su hijastro, Jorge Puzzi, y a su nuera, Cristina Oliva, y quiere Justicia. Ayer habló por primera vez y narró su impotencia ante el hecho policial que provocó el estupor de los 7 mil habitantes de Ucacha.
“Lo que hicieron no tiene perdón de Dios. Hacer lo que hicieron con ella, que es discapacitada y totalmente indefensa… con Jorge, no sé, pero a ella… es terrible”, angustiada, María intentaba explicar el aberrante episodio.
El domingo a la madrugada, 4 sujetos abusaron del hombre, violaron y mataron a su esposa ciega, y quemaron la casa. El hecho, que ocurrió en el bar “don Moya”, se descubrió a las 3 de la mañana cuando un vecino escuchó ruidos en el local ubicado en la calle general José María Paz, casi esquina Belgrano.
La mujer aseguró que no conocía a los autores del ataque y que esperaba encontrarlos “para tener venganza por lo que hicieron”.
M.A.P. – Creo que se tienen que ir todos los que son de afuera, no pueden ser que sigan acá.
Periodista – ¿Incluso quienes no tienen antecedentes?
M.A.P. – Si. Deberían saber quienes entran y quienes no. Estos tenían una fama… y nadie hizo nada.
María destacó que aún no pudo ver a su hijastro, aunque sabe que está muy grave y que su vida corre serio peligro.
“Espero que se recupere y cuente que pasó. Me han dicho muchas cosas, pero no sé. Quiero que me explique porque sucedió esto”, indicó.
Jorge Puzzi había sufrido hace dos meses otro ataque violento en el bar el Moya, donde trabajaba y el sujeto, un joven de la localidad, fue detenido, según precisó la mujer.
Ultimo parte médico
Según el último parte médico se agravó el estado de salud de Jorge Puzzi, el hombre abusado y golpeado por 4 sujetos el pasado domingo en Ucacha.
Desde la Unidad de Terapia Intensiva del Policlínico San Lucas se informó que no hay signos de recuperación neurológica
Puzzi no se despertó, sigue en estado de coma y su estado es gravísimo.
El hombre, de 47 años, permanece con respiración mecánica.
El hecho
El domingo a la madrugada, 4 sujetos abusaron de un hombre, violaron y mataron a su esposa ciega, y quemaron la casa. El hecho ocurrió en el bar “don Moya” de la localidad de Ucacha, ubicada sobre la ruta 11.
El hecho, uno de los más cruentos de los últimos años, se descubrió a las 3 de la mañana cuando un vecino escuchó ruidos en el local ubicado en la calle general José María Paz, casi esquina Belgrano, domicilio de la familia Puzzi, donde funciona un bar.
El hombre salió a la calle y advirtió que la casa de al lado estaba en llamas. Inmediatamente avisó a la Policía y en instantes arribaron una patrulla y una autobomba de bomberos.
En el local de la esquina, se advertían signos de violencia. Al lado, tendido en el garaje, encontraron a Jorge Omar Puzzi (47).
Para combatir el fuego en el dormitorio los bomberos rompieron una ventana que da a calle Belgrano y retiraron el cuerpo de la mujer, Cristina Oliva de Puzzi (49), quien era ciega, y que presentaba un tremendo golpe en la frente.
El cuerpo de la víctima estaba desnudo y con graves quemaduras. Con el correr de las horas, el informe de los peritos forenses consignaba que la mujer, que era ciega, había sido violada antes de morir.
Hoy Puzzi continua en estado de coma con asistencia mecánica, internado en el Policlínico San Lucas.
Según el último parte médico el paciente se encuentra en estado de coma y lleva 12 horas sin despertarse. “se le realizaron estudios por imágenes en el hospital descartan lesiones en la cervical, aunque se le encontró un escefalo hematoma debajo del cuero cabelludo. Además, se completaron estudios en el abdomen y torax para descartar otras lesiones y fue evaluado por neurocirujano”, explica el informe.
Relación afectiva
Según fuentes confiables, Puzzi mantenía desde hacía varias semanas una relación próxima a uno de los detenidos, quien participó del brutal ataque de ayer. El vínculo sexual podría haber derivado en una disputa económica que habría incidido en la agresión hacia el propietario del bar y su esposa.
La hija de ellos, de 19 años, se había retirado del local a las 12 de la noche para concurrir a la confitería bailable, por lo que logró salvar su integridad física.
Las claves
La clave que llevó a la detención de cuatro trabajadores golondrina que serían los autores de la masacre estuvo en la costumbre de Puzzi, el dueño del bar, de llevar la anotación de lo que le servía a cada cliente.
El hombre anotaba los nombres de los clientes y a medida que le pagaban los iba tachando de la lista. A media mañana, los investigadores habían establecido que los cuatro últimos parroquianos no eran de Córdoba, sino albañiles que habían llegado de Entre Ríos y Buenos Aires.
Los detenidos serían Juan Pablo Ritorni (28), oriundo de Buenos Aires, y los entrerrianos de Rosario del Tala identificados como Walter Ariel Benítez (21), su primo Walter Damián Benítez (20) y Marcelo René Fernández (30).
A los imputados, que en las próximas horas serían derivados a la Unidad Penitenciaria de Río Cuarto, se les habría secuestrado una videorreproductora, un teléfono celular y etiquetas de cigarrillos robados de la casa de los Puzzi.
Desde la Policía de Ucacha admitieron que tienen un registro de los trabajadores que llegan desde otras provincias, aunque en ningún caso se averiguan antecedentes policiales.
“Otro elemento de prueba que secuestramos fueron prendas ensangrentadas”, comentó el comisario Pablo Pellegrini al diario La Voz del Interior.
“No entiendo por qué mataron a la mujer, si no podía delatarlos porque no veía”, dijo el jefe policial visiblemente conmovido por el horrendo crimen.
Los sospechosos fueron imputados de violación seguida de muerte y seguramente se agregarán otros delitos por el robo y el intento de homicidio del dueño del bar.
La causa está bajo la investigación de la Fiscalía de La Carlota, a cargo de la doctora Ana Venturuzzi.