Primero fueron pintadas, después correos electrónicos, luego cartas y por último llamados anónimos d

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Primero fueron pintadas, después correos electrónicos, luego cartas y por último llamados anónimos destinados a todos los concejales opositores. La tranquilidad de la coalición opositora se quebró…

“No podemos estar nosotros perdiendo tiempo en algunos imbeciles, elementos residuales, que después incluso de una semana como la que hemos vivido rememorando  los treinta años del golpe, mejor olvidarlos. De modo que nosotros entendemos que el camino más simple es presentarse calladamente a la Justicia y que la misma investigue y ojalá pueda encontrar a los autores de todo esto”. Carlos Gutiérrez anunció con estos términos que le pondrán fin a la escalada de intimidaciones públicas acudiendo a la justicia para que investigue lo que sucede en la interna del partido justicialista riocuartense. Primero fueron pintadas, después correos electrónicos, luego cartas y por último llamados anónimos destinados a todos los concejales opositores. La tranquilidad de la coalición opositora se quebró hace dos semanas cuando se conoció la designación de Juan Carlos Ameri como vocal de la oposición en EDECOM. Con pintadas en las paredes sectores internos manifestaron su encono por el nombramiento, de quien fuera durante años ladero de Humberto Roggero. Pero la historia no terminó allí y las acusaciones se extendieron a ex funcionarios “canteristas” (Abraham, Minardi y Simone) y afectaron la honorabilidad de concejalas de Unión por Córdoba. Con una larga tradición en peleas internas, el peronismo esta vez decidió dirimir sus cuitas en los tribunales. Esta judicialización de la disputa rompe con el molde de los históricos códigos que hundieron en el desprestigio a la clase política vernácula.
¿Por qué se pelean los muchachos?, ¿hay razones personales o internas?, ¿es el reacomodamiento de la vieja disputa entre Roggero y Cantero que busca encajar en el nuevo escenario provincial?, ¿son los primeros misiles de la guerra que se viene entre los sectores de Schiaretti, Acastello y el desembarco Kirchnerista?. Para cada pregunta hay más de una respuesta. Lo cierto es que también entraron en colisión la vieja fmanera de hacer política con quienes hoy se ven presionados por la sociedad a cambiar el libreto. Lo que pasa es que antes unos y otros estaban del mismo lado.
“Todos saben quienes son los de los anónimos pero nadie se anima a denunciarlos por eso van a la Justicia”, confió uno de esos becados permanentes que tiene la política. Es la lógica del cuento de la rana y el escorpión. No hay muchos que se animen a no terminar picados por la naturaleza de aquellos que hicieron de la política una profesión. Si ellos se hunden no se van al fondo solos.

 

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