Pese a los anuncios que generaron largas colas de expectativa, las manos no están en la obra, sino en la resolución administrativa de la burocracia estatal. Los fondos, en tiempos de recaudación record están, pero las viviendas todavía no se ven.
Por Pablo Callejón – Era el consejo que no podía faltar en la familia: primera la casa y después el resto. El sueño del hogar propio fue uno de los pilares de la clase media argentina, que se convirtió en una postal del país que nos resulta cada vez más lejos.
Desde el año 2000 en Río Cuarto no se inaugura ninguna vivienda de clase media construida por el Estado.
Pese a los anuncios que generaron largas colas de expectativa, las manos no están en la obra, sino en la resolución administrativa de la burocracia estatal. Los fondos, en tiempos de recaudación record están, pero las viviendas todavía no se ven.
Actualmente, en Río Cuarto se construyen casi 550 casas, todas destinadas a la relocalización de villas, salvo 21 hogares que son construidos para la agrupación Agustín Tosco, que fundara la fallecida Rita Aliaga.
Los planes del estado para la clase media, por ahora, son solo proyectos. El cambio de responsables en la Dirección Provincial de la Vivienda demoraron los trámites y aunque se comenzaron a analizar las planillas de aspirantes, aun no hay fechas ni cronograma de obras.
Según el Plan Federal 2, creado por la Nación, se construirán 300 mil viviendas en todo el país. Del total, 16 mil serán por Córdoba, y 2500 fueron prometidas por el ahora ex secretario de Obras Públicas, Oscar Santarelli, para Río Cuarto.
En la ciudad, aunque la demanda de viviendas superaría las 20 mil, se presentaron solo 3210 solicitudes.
¿Porque ante tanta demanda hay tan pocas solicitudes? La respuesta tiene varias respuestas: más del 50 % de los trabajadores en Río Cuarto están en negro y no
pueden acceder a ningún crédito y 3 de cada 10 riocuartenses están por debajo de la línea de pobreza, por lo que ganan menos de 1200 pesos.
La demanda de alquileres está en su pico máximo de los últimos años, pese a que en la ciudad se produjo un boom de la construcción. Los costos del inmueble están por encima de las posibilidades de los asalariados y son los productores rurales, con sus bolsillos llenos de soja, los que adquieren las propiedades. El resto solo aspira a un alquiler que consume cada vez más los empobrecidos haberes.
Para los que quieren comprar, los números no son muy alentadores. El medro cuadrado para la construcción de una vivienda está en 1200 pesos, por lo que una casa de 60 mts. 2, con dos habitaciones, baño, cocina y comedor cuesta alrededor de 70 mil pesos. Imposible para el sueldo promedio de los riocuartenses.
El Banco Hipotecario, que alguna vez fue el puente solidario para lograr la vivienda propia, ahora anuncia planes para algunos privilegiados.
Según el último plan de la entidad crediticia se financia el 100% de la construcción de la casa sin tope de monto. Se debe contar con un terreno, el plazo es de 30 años, la tasa fija en pesos del 9,75% y el ingreso familiar mínimo $ 2.500
Si usted es uno de los afortunados que puede acceder a este crédito felicitaciones y sino, a esperar, con el sueño a cuestas de una casa propia. El país que se enorgullecía de su clase media y el bienestar de su estado hoy intenta volver a lo que fue. Es como regresar al primer hogar, esperando que alguna vez sea el propio.