Los escritores Omar Isaguirre y Griselda Pécora acaban de editar un libro con testimonios y antecede

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Los escritores Omar Isaguirre y Griselda Pécora acaban de editar un libro con testimonios y antecedentes históricos del templo erigido en homenaje a Nuestra Señora de La Merced en el que no faltan referencias a la barriada donde se levanta.

La obra narra que en la década del ‘10, los católicos daban catequesis en una humilde casita de calle Tucumán en el Alberdi. Se consideraba esencial preparar a los niños para que pudieran tomar la comunión en la Catedral y participar de las procesiones por el Día de la Virgen. Según el testimonio de María de la Cruz Pereyra, para muchos chicos, estas fiestas religiosas eran una oportunidad única para cruzar las vías del ferrocarril y conocer el centro. Las niñas eran vestidas de monjas o ángeles, de riguroso blanco, y los varones de cura, con un hábito similar al franciscano.
En principio, un galponcito, propiedad de Virginia de Rivarola, albergó el altar con la primera estatuilla de la virgen de la Merced. La imagen, entre tules, sobre dos barricas de yerba en desuso, conmovió a la filantrópica vecina Rafaela de Orlando, quien mandó comprar un terreno y luego colaboró con la construcción del templo. Orlando era nacida en Italia. Vivía en una casona de calle 25 de Mayo, donde hoy está el restaurante Doña Pancha. Al final, la Parroquia se inauguró, con bombas de estruendo, el 30 de mayo de 1925.
El texto de Isaguirre y Pécora aporta una cronología de sucesos del barrio Alberdi, que pese a su fuerte identidad, varias veces cambió de nombre.
En 1873 se inauguró el ramal del Ferrocarril Nacional del Andino, entre Villa María y Río Cuarto y, dos años después, con la presencia del presidente Nicolás Avellaneda, el ramal hacia Villa Mercedes. Juan José Almada era el jefe de la estación y propietario de varias hectáreas hacia el este, por lo que popularmente se conocía al sector como “Pueblo Almada”. En 1916, por ordenanza se lo denominó “Pueblo Alberdi”. Por la puja entre demócratas y radicales, la denominación recién tuvo vigencia en 1921. En 1951, el barrio fue rebautizado Barrio Presidente Perón. Pero con la caída del presidente, en 1955 recuperó el nombre de “Pueblo Alberdi”.
Pese a la importancia del sector, la ciudad recién pareció integrarlo en 1999, cuando se demolió el paredón perimetral de la estación de trenes.
El ensayo “Anotaciones históricas sobre la Parroquia Nuestra Señora de la Merced” se puede adquirir en la secretaría de la Iglesia, Belisario Roldán 297. Lo producido por la edición fue donado por los autores a la Iglesia

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