Con el objetivo de disminuir el fracaso universitario, la casa de estudios pondrá en funcionamiento el nuevo régimen, que es obligatorio y que incluye la aprobación imperiosa de dos módulos y un sistema de tutorías para los alumnos en riesgo de deserción.
Los aspirantes a comenzar sus estudios en la Universidad local deberán aprobar los módulos del nuevo régimen sancionado ayer por el Consejo Superior, para conseguir la condición de ingresantes.
El nuevo proyecto cambia y, al mismo tiempo, unifica a nivel de todas las facultades, el régimen para los ingresantes a primer año. La iniciativa, que fue aprobada por mayoría –sólo hubo un voto en contra y una abstención-, entrará en vigencia a partir del año que viene y demandará una inversión de 150 mil pesos.
Contempla la aprobación obligatoria de dos módulos y la implementación de un régimen de tutorías para los estudiantes con riesgo de deserción, por el cual se les brindará un acompañamiento sistemático a lo largo de todo el primer año.
Quienes no aprueben tendrán la posibilidad de rendir evaluaciones de recuperación, que serán instrumentadas en el momento que cada facultad disponga. En caso de no lograr en ninguna instancia la calificación mínima de cuatro, el alumno podrá seguir cursando las materias del primer año, con acompañamiento tutorial, pero no podrá convertirse en alumno regular, ni rendir exámenes finales, hasta que apruebe las evaluaciones del ingreso.
La propuesta, que surgió de la Secretaría Académica del Rectorado, se presenta como una alternativa de solución frente a “la alta deserción y los bajos rendimientos académicos”, que se registran en el sistema universitario, principales dificultades que presentan parte de los alumnos al ingresar a la Universidad.
“No se puede hablar de ingreso irrestricto si no se plantean políticas que transformen estos problemas en el desafío de bregar por una universidad que afronte la masividad y la deserción, democratizando tanto el ingreso, como la permanencia de los alumnos con un rendimiento académico esperable”, indica en sus fundamentos el proyecto.
“Pretendemos que el alumno sepa que estudiar en la Universidad no es fácil y que tiene que tener un compromiso social”, sostuvo Oscar Spada, rector de la Universidad, y agregó: “Esta aprobación que se le exige al alumno no es determinante, porque aunque no apruebe, ingresa igual a la Universidad y puede cursar las materias, pero con la ventaja de contar con un apoyo tutorial”.
Por otra parte, Spada remarcó: “El sistema universitario tiene que achicar esta brecha que existe respecto del nivel medio”. Y enfatizó: “Este programa da flexibilidad para permitirle a cada facultad que trabaje de manera independiente, sobre todo en aquellos contenidos básicos que necesitan ser reforzados para el ingreso a las carreras que dicta esta Universidad”.
El rector afirmó que para el año que viene se prevén invertir 150 mil pesos en relación con este proyecto, lo cual demuestra el “compromiso que tiene esta Universidad con los jóvenes que ingresan teniendo una carencia académica que implica riesgos para sus logros académicos”.