Los trabajos realizados por geólogos de la UNRC dieron resultados negativos. El dato para la búsqueda había sido brindado por un testigo y ratificado por otros dos testimonios.
Alejandro Flores, el menor desaparecido
Finalizaron las excavaciones en busca del cuerpo de Alejandro Flores en un terreno baldío ubicado en la intersección de Dinkeldein y Guardias Nacionales, con resultado negativos.
Las tareas fueron realizadas por geólogos Daniel Origlia y Guillermo Sagripanti de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con el control de los fiscales Javier Di Santo y Walter Guzmán, a cargo de la investigación judicial. En el lugar también se encontraban Victor Flores y Rosa Arias, padre del menor, acompañados por sus abogados.
Arias pidió que se realice una investigación seria para encontrar a su hijo, ante la desilusión que provoca cada resultado negativo en las excavaciones. «Le pido a mi hijo que me ayude desde el cielo», indicó.
Rosa con gran angustia e impotencia apeló a la condición de madre de Norma Nieto y Margarita Cajeli para que se pongan en su lugar y le den información acerca de donde está el cuerpo de Ale. “Ustedes saben donde esta mi hijo, se prestaron para hacerlo desaparecer, si me tengo que arrodillar me arrodillo”, agregó.
Por su parte, Víctor Flores afirmó nunca perdió las expectativas de encontrar el cuerpo y agregó que esta «es una línea de investigación como así pueden surgir otras», si esta fracasa.
Los trabajos se iniciaron a las 9,30 de la mañana a aproximadamente 70 metros en diagonal desde la esquina, siguiendo las instrucciones de un testigo, cuya identidad fue preservada por la Justicia, que aseguró conocer donde está el cuerpo de Ale.
En principio, los especialistas de la Universidad realizaron un hueco de 1 metro de ancho por 1,20 de largo y una profundidad de 40 cm. Con un trabajo muy minucioso de las características de la tierra, en busca de algún indicio que precise que hubo algún movimiento del terreno, los geólogos verificaron el primero de los lugares.
Luego se realizó una segunda excavación a 4 metros de la primera, que tenía 1 metro de largo por 10 centímetros de ancho. En las excavaciones no se pudo vislumbrar la presencia de ningún resto óseo.
Días atrás, el testigo que abrió la esperanza de nuevas excavaciones realizó un recorrido por el lugar junto a Víctor, Flores el padre de Ale, y ratificó sus dichos. Posteriormente, los fiscales hicieron un chequeo del terreno con el grupo de geólogos y determinaron iniciar los trabajos.
El niño desapareció el 16 de marzo de 1991 y la principal hipótesis que se investiga es la de un accidente con un vehículo policial en el que se conducían los efectivos Gustado Funes y Mario Gaumet y la ex enfermera Norma Nieto, quienes habrían atropellado a a Ale y luego habrían hecho desaparecer el cuerpo. Tras 14 años de investigación no hay imputados ni se ha podido conocer donde se encuentra el cadáver.
La reapertura de la investigación se produjo tras el testimonio de Norma Nieto, quien admitió haber ido en el vehículo policial y haber asistido al menor luego del accidente. La mujer rompió el silencio hace pocas semanas, pero para los fiscales es necesario encontrar el cuerpo de Alejandro para confirmar la hipótesis de la muerte en manos de la Policía.
Cuando desapareció Alejandro el sector donde hoy se produjeron las excavaciones estaba poco habitado, sus calles no estaban pavimentadas y el terreno era utlizado para la pastura de animales.