Jóvenes y adultos en edad productiva, en su mayoría empleados y comerciantes y que apuestan entre 50

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Jóvenes y adultos en edad productiva, en su mayoría empleados y comerciantes y que apuestan entre 50 y 100 pesos son las características de quienes asisten a jugar a las máquinas tragamonedas en Río Cuarto.

Más del 50% de las personas que asisten habitualmente a apostar en las máquinas tragamonedas en Río Cuarto son personas entre 18 y 40 años, lo que indica que “basan su esperanza de cambio en el azar y no en el esfuerzo del trabajo, creen que la realidad del progreso para sus familias puede ceder repentinamente, como una alternativa mejor y más concreta que la vida dedicada al esfuerzo”. Esta es la principal conclusión del trabajo encargado por el Presidente del Bloque de Concejales del Frente Social Más por Río Cuarto para el impacto de las slots en la ciudad.
Desde diciembre de 2003 se instalaron frente a la Plaza Roca más de 200 máquinas de juego en el marco de la concesión que la Provincia realizó a la Compañía de Entretenimiento y Turismo. Desde entonces se elevaron voces críticas sobre el impacto que está forma de juego produce en la sociedad. Se estima que la sala recauda entre 1.5 y 1.8 millones de pesos por mes, lo que significa $18 millones al año. El equivalente al 20 % del presupuesto municipal anual.

Ocupaciones y apuestas

“Gente que tendría que estar en el desarrollo productivo está jugando y tratando de salvar alguna situación personal”, opinó Miguel Besso. Según el trabajo realizado por el legislador y su equipo de colaboradores, los apostadores son generalmente personas de bajos ingresos, el 25% son empleados, el 16% comerciantes y el 15% estudiantes. Es decir que más de la mitad de quienes asisten a la sala de slots tienen empleos que no son altamente remunerados.
“La riocuartenses dejan de gastar en el almacén para gastar en el juego, dinero que entraría en el circuito local y se va del circuito local”, consideró Besso.
La mayoría de los jugadores (57%) gasta entre 50 y 100 pesos cada vez que asiste al local ubicado en el corazón de la ciudad.
Según Besso, “lo más preocupante de todo esto,  es que nuestros ciudadanos no tienen todas la oportunidades para el desarrollo integral de las personas y por eso buscan el juego como una salida”.

Cercar el juego

La encuesta fue realizada en los primeros días de mayo a la salida de la sala ubicada en Sobremonte al 700 y fueron consultados dos centenares de apostadores. Con los datos recogidos, Besso se mostró partidario de ser inflexible con la disposición que obliga a las slots a instalarse en el hotel que se está construyendo en el Paseo Parque Sobremonte y trabajar en la  regulación de cuestiones periféricas a la actividad que sirvan para prevenir los efectos nocivos.

 

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