La próxima semana se votará para elegir al nuevo rector de la UNRC. Tres candidatos aspiran ocupar el segundo lugar de mayor poder en la ciudad y la región. Los desafíos que deberá enfrentar quien resulte electo.
«Espero que sea una elección tranquila, como siempre la universidad lo ha hecho en todos los procesos electorales anteriores». El saliente rector de la UNRC auguró una alta participación de todos los claustros en los tres días de votación en el Campus para elegir al nuevo rector y los decanos de la casa de altos estudios local.
El atractivo de la elección reside en que la Universidad se ha transformado en el segundo polo de poder e influencia no sólo de Río Cuarto sino del sur de la Provincia de Córdoba. El primero está en la Municipalidad de Río Cuarto. 20 mil personas entre alumnos, docentes, no docentes y graduados integran el colectivo académico que tiene el presupuesto más grande después del municipio, 50 millones de pesos anuales.
En 34 años de historia es la primera vez tres candidatos compiten por el rectorado: el actual vicerrector, un ex rector y el decano de la facultad de Ciencias Exactas. Spada, Séiler y Agnelli, respectivamente, tienen por delante varios desafíos.
El primero es redefinir el rol de la universidad en la sociedad. Desde el propio campus se señala que, en el lugar por naturaleza de debate de las ideas, se está pensando poco. Muchas voces se alzan reclamando que se piense más en qué hacer y no en el cómo. Hoy un criterio de eficacia domina el accionar académico sin pensar sí lo que se está haciendo responde a las necesidades del conjunto.
Como en toda elección lo partidario ha invadido en parte la campaña y la antinomia peronismo-antiperonismo impregna la discusión tripartita.
Entre los reclamos sectoriales se alinean la demanda de los contratados por la normalización de su situación y el pedido de los estudiantes en sentido de una modificación del peso de los claustros en el gobierno universitario.
Mientras tanto, desde afuera del campus se espera que la universidad abandone el status quo en el que se encuentra y ponga en discusión el ingreso libre o los exámenes de evaluación, si hay que tener muchos alumnos en desmedro de la excelencia académica, si los profesores deben estar en el aula o haciendo permanentemente posgrados, si la universidad debe quedar encerrada en su propio campus o aceptar la descentralización que le propone el actual intendente para ayudar al crecimiento armónico de la ciudad.
Para el próximo ocupante del sillón del rectorado habrá también otro examen que rendir. Superar el estigma de tener que ser la suceción de 15 años de gestión de dos rectores. Con sus pro y contras, Cantero en 9 años y Cholaky durante 6, cambiaron para siempre la Universidad Nacional de Río Cuarto.