En el primero de los informes especiales de Telediario sobre la actual situación del Banco de Córdoba, se pudo constatar las graves irregularidades de una institución en crisis.
Ricardo Sosa, Presidente del Luis Baronetto, ex gremialista
Banco de Córdoba. bancario.
El Banco de Córdoba fue en la mayoría de su larga vida factor decisivo del crecimiento de la Provincia; ya no lo es. Desde hace 20 años está sumido en el ocaso debido a una fatídica conjunción de circunstancias: los gobernantes sacaron plata para financiar los déficit del estado, los amigos del poder tomaron créditos que nunca pagaron y las corporaciones internas y externas se enriquecieron sin límites, aprovechando este desmanejo, con pérdidas que ya son de la Provincia, es decir de todos nosotros, valuadas en mil millones de pesos, acumuladas desde 1985 en adelante. La situación no da para más. Nadie puede sentirse ofendido si se plantea que esta es una situación imbancable.
Luis Miguel Baronetto, ex dirigente gremial del Banco de Córdoba, aseguró que el proceso de descomposición de la entidad es el resultado del aprovechamiento de los sectores privados cercanos al poder político, «que pidieron préstamos que no pagaron nunca». «Ahora el Banco está siendo acondicionado para ser apetecible», aseguró.
El Gobernador José Manuel De la Sota le hizo un juicio a Baronetto cuando el gremialista lo denunció por intentar vender el Banco de Córdoba a los hermanos Rohm , encarcelados por lavadores de dinero.
El ex dirigente bancario, hoy secretario de derechos humanos en la Municipalidad de Córdoba, afirmó que siguen vigentes las intenciones de que capitales privados manejen a su antojo la banca pública cordobesa.
Por su parte, legisladores de la oposición piden que se comunique el estado financiero actual del Córdoba, y sobre todo si va a recuperar el sentido de fomento de la pequeña y mediana empresa.
Ricardo Sosa, Presidente del Banco de Córdoba, aseguró que la entidad está en una nueva etapa, lanzada en el mercado y con cumplimiento de los requisitos del Banco Central. «Estamos peleando el mercado palmo a palmo con el resto del sector financiero», destacó.
El Banco de Córdoba, en sus 130 años de historia, supo estar entre las primeras 7 de las 200 entidades bancarias de la Argentina. No obstante, hoy mantiene una red de 272 sucursales y tiene en sus arcas 2650 millones de pesos de los cordobeses.
Sosa expresó que «si hay un capital que tiene el Banco es la confianza de la gente». Pero, ¿porque se sigue sometiendo a quienes son los verdaderos dueños del Córdoba, obligando a los clientes a retirar broncas con intereses de los mostradores donde ellos terminan depositando los dineros?
«Pretende la Provincia que paguemos y tenemos que hacer colas tres horas», aseguró una enojadísima clienta del banco. Otra mujer en una extensa cola frente a la entidad manifestó que «había cuatro o cinco monos, porque no se les puede tratar de otra cosa, y ni se arrimaron a la puerta a atendernos». Aunque las manifestaciones forman parte del archivo, se repiten diariamente en la atención de hoy.
«La teconología de este Banco es del año 1986. Este Gobierno está resolviendo el problema», manifestó el presidente del Banco de Córdoba, quien anticipó que a partir de septiembre se instalará el nuevo sistema informático en las sucursales de Río Cuarto.
Luis Ferraro, ex titular del Banco de Córdoba, aseguró que «no hay ningún motivo para que la entidad, porque sea pública, deje de ser eficiente».
El problema de atención al cliente desborda el análisis tecnológico existente. Hay números del Banco que verdaderamente no cierran. Según el ejercicio 2003 el Córdoba ganó 73 millones en concepto de cobranza de impuestos y otras prestaciones, pero gastó el doble con la estructura que realiza estas funciones, es decir, 155 millones. De este monto solo gastó 40 millones en personal y 15 en cargas sociales. Del resto, 22 millones son en honorarios y 65 millones en organización y desarrollo. Es decir, que para ganar un peso gastó dos.