Investigan las llamadas de las dos riocuartenses asesinadas en Valencia. La Policía sospecha que el asesino pudo ser alguien del entorno y que habría entrado al departamento con su consentimiento.
Tras el macabro hallazgo de ayer, en el que dos riocuartenses fueron encontradas muertas en un departamento de Valencia, España, los investigadores analizan llamadas telefónicas y e-mail para verificar la autoría de los asesinatos. El principal sospechoso es la ex pareja de una de las víctimas.
Fuentes de la investigación insistieron con que el crimen tiene características pasionales y relataron que el asesino ingresó a la casa de las víctimas, al parecer con su consentimiento.
Ayer agentes del cuerpo nacional de policía hallaron en una vivienda los cadáveres de dos mujeres riocuartenses, madre e hija. Las víctimas son Elsa Kepler de Guevara, de 74 años, y Graciela Guevara, su hija de 48 años.
El hecho ocurrió a las 20 horas, cuando un amigo de las víctimas alertó a la policía ante la imposibilidad de contactar con ella. Posteriormente efectivos del cuerpo nacional de policía acudieron hasta el domicilio de las mismas, ubicado en la avenida Doctor Waksman, donde encontraron los cuerpos de las riocuartenses.
La mas joven de la mujeres, según datos de la policía, presentaba heridas de arma blanca, mientras que la muerte de la anciana podría haberse producido por asfixia. Según informaron fuentes policiales, tras practicarse las autopsias, se comprobó que ambos cadáveres presentaban heridas de arma blanca, de una navaja o cuchillo.
La puerta de la vivienda no estaba forzada y este es el principal indicador por el cual los investigadores presumen que el asesino conoccía a las víctimas y tenía pleno acceso al lugar.
Según una de las vecinas de este bloque de viviendas, hacía más de una semana que las dos mujeres no salían de casa, aunque afirmó que «durante este tiempo siempre tuvieron puesta la tele y la radio». Otra de las vecinas admitió que Graciela, quien era diseñadora de páginas web, había manifestado tener problemas familiares «con su marido».
Las fallecidas residían aproximadamente desde hace una año en España. La hija viajó hace unos meses a la argentina con la intención de traer a su madre a vivir a su departamento.
En Río Cuarto, residen dos hijas de la mayor de las mujeres asesinadas. También, un hijo de de 24 años de la mujer de 48 años que residía regularmente en España.
Hasta el momento la policía local no ha realizado detenciones.
Una vecina de la familia de Graciela en Río Cuarto se manifestó sorprendido por lo sucedido. «Las ví por última vez en el verano. Elsa, la mamá, me comentó que se iba por un tiempo, pero regresaría pronto», precisó.
Hace una década, Graciela Guevara viajó junto a dos amigos a España. Su situación económica mejoró notablemente y comenzó a enviar euros a su hijo Nicolás en Río Cuarto. El 26 de enero, en una de sus habituales visitas a la casa de Leyes Obreras 696, donde reside su madre, Graciela convenció a Elsa para que viajara a Valencia y pudiera realizar un examen médico.
La mujer no solo era diseñadora de páginas web sino que, además, era propietaria de un local nocturno junto a otro hombre.
Madre e hija apenas tenían trato con el vecindario, “aunque eran dos personas muy agradables. Prácticamente sólo las veíamos en las reuniones en la finca o de saludarlas cuando nos cruzábamos en la escalera”, explicó Pilar. Una empleada de un bar cercano conocía a Graciela de ir a tomar café al local. La joven explicó que la víctima le dijo hace tiempo que mantenía una relación sentimental “con un hombre sudamericano que vivía en San Sebastián”. La vecina señaló que la fallecida tenía un hijo en Argentina “y luego la vi con una adolescente, de unos 15 años, que había adoptado y que parecía ser rumana”, añadió.