Hay un anticonceptivo adecuado para cada persona

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La cifra parece grande si se piensa en los hallazgos científicos que permitirían evitarla. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que 222 millones de niñas y mujeres que no desean quedar embarazadas, o que quieren retrasar su embarazo, no utilizan ningún método anticonceptivo. Y una gran proporción de los embarazos no deseados se atribuye a fallas del método anticonceptivo empleado debido al desconocimiento sobre su correcto uso.

El último informe sobre el tema de la organización internacional indica que, en países de ingresos bajos, la falta de anticonceptivos deja expuestas a seis de cada 10 mujeres a embarazos no deseados, mientras que en países de ingresos medios y bajos, las complicaciones durante el embarazo y el parto constituyen una de las causas principales de muerte en las jóvenes de 15 a 19 años de edad. Por otra parte, la mortalidad prenatal y en la primera semana de vida es un 50 por ciento superior entre los recién nacidos de madres de menos de 20 años de edad que entre los de madres de 20 a 29 años de edad.

En la actualidad, existen varios métodos anticonceptivos, todos seguros y efectivos, que pueden elegirse según mejor se adapten a las necesidades y convicciones de quien los use. Los factores que determinan su indicación son, entre otros, la edad, los ingresos, el deseo de prevenir o demorar el embarazo, y la cultura y formación.

Antes de elegir con cuál prevenir un embarazo, deben considerarse muchos factores: la salud general de quien los utilizará, la frecuencia de las relaciones sexuales, la cantidad de parejas sexuales, si se desea tener hijos en el futuro, la eficacia de cada método, los posibles efectos secundarios, el grado de comodidad cuando se lo utiliza.

“Existen muchas campañas publicitarias, educativas y sanitarias que promueven y difunden los programas de salud reproductiva. Y las adolescentes cuentan con vasta información en Internet. Pero la falencia está en la promoción de métodos de adherencia y también en que, muchas veces, el profesional no se toma suficiente tiempo para explicar a la paciente las características y los beneficios de cada método anticonceptivo”, dice Marcela Zitta, ginecóloga del Instituto Nascentis Medicina Reproductiva.

Por su parte, el ginecólogo Carlos López agrega: “Hoy, contamos con métodos de nueva generación, como el anillo anticonceptivo o el implante subdérmico, que son ideales para adolescentes en riesgo porque son de larga duración, y además porque presentan pocos problemas de cumplimiento”. “Sin embargo –aclara–, hasta ahora no han logrado difusión ni aceptación por parte de la mujer. Incluso, a veces no están disponibles en el mercado porque no son recomendados por los médicos”.

La pastilla que más falla

Todos los especialistas consultados coinciden en que el anticonceptivo hormonal combinado (estrógeno y progesterona), es decir, la “pastilla anticonceptiva”, es el método más difundido ya que “no requiere examen genital previo”. Además, reconocen, tiene un 95 por ciento de efectividad y presenta sólo algunas contraindicaciones, tales como: antecedente de trombofilia, migraña con aura y otras enfermedades tromboembólicas. Sin embargo, es el método que presenta mayores problemas de adherencia.

Una investigación denominada Choice (cuyas siglas en inglés significan Investigación de Salud Anticonceptiva de Experiencia con Elección Informada) fue realizada en más de 27.000 mujeres de 18 a 49 años y evaluó las fallas en la adherencia de métodos anticonceptivos hormonales combinados. Así, reveló que el 71 por ciento de las mujeres que utilizaban la píldora diaria indicaron falta de cumplimiento, contra un 32 por ciento en las usuarias del parche transdérmico y 21,6 por ciento entre las usuarias del anillo anticonceptivo. La falta de cumplimiento se evaluó con variables como olvido o demora en la toma de la píldora o en la inserción o remoción del parche o el anillo anticonceptivo.

Matilde Quaranta, jefa del servicio de ginecología de Clínica y Maternidad del Sol, explica: “Dado que la toma no está asociada a la práctica sexual (debe ser usada todos los días se tengan o no relaciones sexuales), se cometen interrupciones y olvidos con mucha frecuencia. Asimismo, la paciente no dimensiona la posibilidad de embarazo ante esos incumplimientos, y como estos provocan sangrado fuera de la fecha esperada, continúa con la duda y discontinúa el método”.

Los especialistas coinciden en que los nuevos métodos anticonceptivos de larga duración pueden convertirse en una buena opción contra el olvido y una estrategia de prevención de embarazos no deseados para la población adolescente.

“El implante subdérmico consiste en una varilla suave y flexible que se coloca debajo de la piel, en la parte interna del brazo, desde donde se libera en forma continua la hormona etonogestrel, lo que inhibe la ovulación y ofrece una protección efectiva para prevenir el embarazo durante tres años”, explica Zitta.

Este método presenta una efectividad superior al 99 por ciento y debe ser insertado y extraído por personal sanitario, en un procedimiento que dura menos de cinco minutos. Además, puede ser usado incluso por mujeres que amamantan.

Con respecto a los cuidados durante el período de lactancia, Quaranta subraya: “No debemos olvidar que la lactancia no garantiza la anticoncepción. Existen anticonceptivos hormonales con progesterona (que no interfieren en la lactancia) y también se puede utilizar un DIU (medicado con cobre o levonorgestrel) o bien colocar un implante subdérmico”.

“El anillo puede indicarse a adolescentes y también a mujeres con intolerancia digestiva a las pastillas anticonceptivas, ya que se evita el pasaje gástrico de las hormonas”, aclara Zitta, al tiempo que advierte que “este método tiene como desventaja que puede expulsarse accidentalmente fuera de la vagina”. En ese caso, y siempre que no hayan transcurrido más de tres horas, se lo enjuaga y se lo vuelve a colocar, sin perder la eficacia anticonceptiva.

Infecciones

Cabe aclarar que ninguno de estos métodos ofrece protección contra el VIH/sida y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), por eso se propone el uso del doble método con el preservativo.

“El condón es el único método capaz de evitar las ETS, aunque tiene una potencia anticonceptiva menor que los anticonceptivos hormonales, el DIU o el implante”, recuerda, en tanto, Quaranta.

En todos los casos, la elección del método anticonceptivo adecuado para cada pareja deberá basarse en un buen interrogatorio y examen físico, no sólo para descartar contraindicaciones, sino también para que los pacientes decidan en función de su mayor grado de aceptación.

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