Triple femicidio: se niega a declarar uno de los detenidos y se intensifica la búsqueda de “Pequeño J”
- Telediario Digital

- 29 sept
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La investigación por el triple femicidio de Florencio Varela avanza con nuevas indagatorias a los detenidos, mientras continúa la búsqueda internacional de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como el autor intelectual del crimen.
La causa que conmueve a Florencio Varela sumó un nuevo capítulo este lunes, cuando Ariel Giménez, uno de los últimos detenidos, fue trasladado a la Fiscalía de Homicidios de La Matanza.
Frente al fiscal Carlos Arribas, el imputado decidió guardar silencio y no prestar declaración. Los investigadores lo vinculan directamente con la excavación del pozo donde fueron hallados los cuerpos de las tres jóvenes víctimas.

En paralelo, también fue indagado Víctor Lázaro Sotacuro, arrestado en Bolivia y trasladado al país. Según la investigación, habría participado como conductor de uno de los vehículos utilizados para trasladar a las víctimas hasta el lugar del crimen.
Ambos enfrentan cargos por encubrimiento agravado, aunque la fiscalía sospecha que su participación fue más activa dentro de la logística del hecho.

Con estas indagatorias, ya son seis los detenidos en la causa: además de Giménez y Sotacuro, permanecen bajo arresto Miguel Villanueva Silva, Iara Daniela Ibarra, Andrés Maximiliano Parra y Magalí González Guerrero. La justicia busca establecer la responsabilidad de cada uno dentro de la trama criminal.
El principal acusado, sin embargo, continúa prófugo. Se trata de Tony Janzen Valverde Victoriano, más conocido como “Pequeño J”, de 20 años. Para los investigadores, fue él quien ideó y coordinó el brutal crimen. Interpol emitió una alerta roja para su captura internacional, mientras la justicia argentina avanza en pedidos de cooperación con países vecinos.

El triple femicidio ocurrió entre el 19 y el 23 de septiembre en una vivienda de la calle Chañar al 700, en el barrio Villa Vatteone. Las víctimas, tres jóvenes de 15 y 20 años, fueron torturadas y luego enterradas en fosas clandestinas. El hallazgo de los cuerpos estremeció a la comunidad y reforzó la hipótesis de que se trató de un mensaje mafioso vinculado al narcotráfico, según la línea principal de investigación.
Mientras tanto, familiares, vecinos y organizaciones feministas exigen justicia y reclaman medidas concretas para dar con el paradero de “Pequeño J”, a quien consideran pieza clave para esclarecer uno de los hechos más violentos de los últimos tiempos en el conurbano bonaerense.




