Escándalo en una misión solidaria: un comisario borracho agredió a médicos cordobeses

Un hecho de extrema gravedad institucional ocurrió en la localidad chaqueña de Taco Pozo, donde integrantes de la fundación Todo por Todos —una organización que desde hace 13 años presta atención sanitaria gratuita en zonas rurales del norte argentino— fueron víctimas de un violento episodio protagonizado por el comisario local, Daniel Augusto Melchori.

El comisario, que acumulaba 25 denuncias previas por abuso de autoridad, fue separado del cargo tras los hechos, pero las imágenes y testimonios que se difundieron rápidamente por redes sociales generaron una ola de indignación en todo el país.

Momento de la detención

El relato del ataque

En comunicación con Argentina Noticias, la médica Viviana Izaguirre, fundadora de la ONG, relató en detalle cómo se desarrolló la agresión:

“Estábamos en Taco Pozo con un equipo de 58 voluntarios. Como no todos podían alojarse en el mismo lugar, estábamos distribuidos en distintos hoteles y casas de familia. El domingo, mientras nos preparábamos para regresar, nos informan que un voluntario, Ezequiel, había sido agredido”.

“Un auto común lo interceptó, bajó un hombre vestido de civil, pateó la camioneta, se metió por la ventanilla y comenzó a golpearlo a puño limpio. Todo esto frente a dos policías que estaban presentes y no hicieron absolutamente nada”.

Izaguirre señaló que, al intentar realizar la denuncia, descubrieron que el agresor era el propio jefe de la comisaría:

“Pedí hablar con el comisario y, al rato, sale un hombre con fuerte olor a alcohol, gritando. No lo podíamos creer: era el agresor. Ordenó secuestrar una camioneta que ni siquiera era la del voluntario y comenzó a amenazar a todos. A una médica de nuestro equipo, Candelaria, la detuvieron sin motivo alguno. La redujeron contra una camioneta y la incomunicaron”.

Irregularidades y reacción en redes

Según relató la doctora, la policía chaqueña se negó a tomar la denuncia, y fue recién después de que las imágenes circularan por redes sociales y la situación llegara a funcionarios de Córdoba —a través de periodistas— que se logró intervenir:

“Las redes sociales fueron clave. Cuando el ministro de Seguridad de Córdoba habló con su par en Chaco, ya teníamos todo filmado y viralizado. En ese momento, nos dijeron que no había detenidos ni vehículos secuestrados, lo cual era falso. Candelaria seguía incomunicada en el destacamento, y nosotros la veíamos a través de una ventanita”.

Finalmente, lograron radicar las denuncias correspondientes y liberar a la profesional detenida, pero la experiencia dejó al equipo con una fuerte sensación de desprotección:

“Estábamos a la deriva. En una situación donde el comisario —que debería garantizar seguridad— era el violento, la sensación fue de total abandono. Tuvimos que exponernos aún más para que se escuche lo que estaba pasando”.

La fundación sigue en pie

Todo por Todos lleva más de una década trabajando en las zonas más postergadas del país, especialmente en el Impenetrable chaqueño. A pesar del miedo, el equipo continúa firme en su misión:

“Vamos a seguir, como siempre. La respuesta de la gente, de las comunidades, fue conmovedora. Nos llamaron intendentes, vecinos, colegas, todos poniéndose a disposición. Este tipo de violencia no puede seguir ocurriendo”.