Entre aviones y recortes: la frase de Picat que encendió el debate sobre defensa, niñez y universidades

Luis Picat celebró la llegada del nuevo equipamiento militar, pero advirtió que “la torta es una sola” y que el reparto de recursos nacionales sigue dejando a sectores clave —como las universidades y la producción— por debajo de sus necesidades. Reclamó una mirada federal y prioridades claras.

Luis Picat, diputado nacional por Córdoba, participó del acto oficial por la llegada de los F-16 y aprovechó el escenario para marcar una preocupación que atraviesa a la provincia: la disputa por los fondos nacionales y el impacto en sectores productivos, educativos y de defensa.

El legislador destacó que modernizar a las Fuerzas Armadas es “sumamente importante”, especialmente para una provincia como Córdoba, que concentra infraestructura estratégica, centros de formación, universidades y un entramado productivo que provee capital humano y conocimiento al sistema de defensa.

“Estructurar con nuevo equipamiento a nuestra defensa es fundamental”, dijo tras el acto.

Sin embargo, Picat puso el foco en los recursos y en la necesidad de ordenar prioridades en un contexto de recortes. “La torta es una sola y hay que repartir. Hay prioridades, por supuesto”, señaló, para luego remarcar que mientras algunos sectores reciben financiamiento, otros —como la niñez, la producción y, particularmente, las universidades— reclaman fondos que no llegan.

“Dicen que no alcanzan las universidades. Está lejos de lo que plantearon… los 5.000 millones de dólares es lo mismo que se viene dando en los últimos años”, cuestionó.

Sus palabras vuelven a exponer un debate que se repite en el interior: provincias que aportan a la economía nacional pero que siguen considerando insuficiente el retorno en inversión estratégica. Córdoba, con industrias vinculadas a defensa, agro, tecnología y educación, reclama que la modernización militar también debe ir acompañada de una política federal de desarrollo.

Mientras el Gobierno nacional celebra la adquisición de los F-16, Picat advierte que el verdadero desafío está en cómo distribuir los recursos para que equipamiento, producción, ciencia y universidades avancen de manera conjunta. Un reclamo que, lejos de cerrarse con el acto, promete profundizarse en las próximas discusiones del presupuesto y en la agenda política del interior productivo.