Como impacta en Argentina la nueva pulseada entre Trump y Maduro: Claves de un escenario explosivo
- Telediario Digital
- hace 5 horas
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El analista político Pablo Wehbe advirtió sobre un escenario crítico en Honduras tras el recuento de votos interrumpido y alertó por la escalada en Venezuela, donde Estados Unidos elevaría la presión para forzar la salida de Nicolás Maduro. La región mira con preocupación el rol de Washington y el impacto sobre los países latinoamericanos.
La presión de Estados Unidos en el continente volvió a escalar y encendió alarmas en distintos gobiernos provinciales y nacionales. El analista político Pablo Wehbe analizó en Canal 13 un escenario “gravísimo”, atravesado por el recuento frenado en Honduras y por una Venezuela al borde de un choque mayor con la administración de Donald Trump. Dos focos que, según planteó, reconfiguran la agenda de poder en América Latina y pueden repercutir en toda la región.
En Honduras, el recuento electoral quedó interrumpido “desde ayer a las 12.28”, con apenas el porcentaje de votos escrutado y una diferencia ínfima entre los candidatos. Wehbe describió una situación institucional delicada: el aspirante apoyado por Trump y Javier Milei —Tito As— aparece casi empatado con Salvador Nasralla, “presentador televisivo” señalado como la carta real del oficialismo. El problema central, explicó, es que el Consejo Nacional Electoral está integrado por tres representantes políticos que deben convalidar los informes juntos, algo que hoy no ocurre: “Uno dice que no está de acuerdo con los números. Institucionalmente, es gravísimo”.
El analista reveló además un dato que desnuda la presión de Washington: “Ayer al mediodía hubo reunión en el Salón Oval. Donald Trump dijo:
‘Quiero que me digan hora por hora cómo va el recuento. Y si el miércoles por la mañana no está el presidente electo, va a haber un escándalo’”.
Para Wehbe, esto muestra un nivel de injerencia que coloca a Centroamérica en un punto de tensión que puede salpicar a toda la región, especialmente a países con vínculos comerciales y políticos sensibles con Estados Unidos.
Sobre Venezuela, Wehbe fue categórico: “La versión más creíble es que Trump está buscando un golpe de Estado”. Señaló que desde Washington se habría ofrecido un salvoconducto a Nicolás Maduro para dejar el poder, aunque el mandatario venezolano habría pedido dos años de transición. Trump, aseguró, lo consideró inaceptable. El punto crítico: la apuesta estadounidense a que “la oficialidad joven” dé un quiebre institucional, algo que Wehbe ve improbable porque las Fuerzas Armadas son “el sostén central de la narco dictadura”, como él mismo la definió.
La situación se agrava con dos elementos más. Por un lado, “Marco Rubio está apostando a un cambio dramático”, incluido —según Wehbe— un ataque directo contra el Palacio de Miraflores. Por el otro, el chavismo armó a los “comandos ciudadanos”, civiles militantes que marcharon contra Estados Unidos. “Es muy grave —afirmó—, se han entregado armas a la población civil ante un eventual desembarco norteamericano”. Y aunque Wehbe descartó una invasión tradicional —“hacen falta más de 500.000 personas y EE.UU. tiene 11.000 en la región”—, no excluyó ataques puntuales a instalaciones militares: “El portaaviones nuclear más grande del mundo está cerca de Venezuela”.
Para las provincias argentinas, este tablero internacional no es menor. Estados Unidos es un socio comercial clave para economías regionales y para sectores como agroindustria, minería y energía. Cada movimiento de la Casa Blanca impacta en precios internacionales, en acuerdos bilaterales y en la presión diplomática hacia los gobiernos locales. La tensión en Venezuela también incide sobre los flujos migratorios hacia países como Argentina, que reciben parte de esa diáspora y deben reorganizar sistemas laborales y sociales.
En este contexto, Wehbe anticipó días decisivos. Si Honduras no define su presidente en las próximas horas, podría haber un quiebre institucional. Y si Venezuela escala, la región entera podría enfrentar un reacomodamiento de fuerzas geopolíticas. La pulseada entre Trump, Maduro y los actores locales deja a América Latina frente a un escenario incierto, que obliga a los gobiernos a monitorear cada movimiento de Washington.
