Lo tratados de Libre Comercio, qué significan para la Argentina. El análisis de Zulma Larrea.
Un Tratado de Libre Comercio (TLC) por sí mismo no constituye integración. Sin embargo, con deliberada ambigüedad, se los muestra habitualmente como sinónimos.
Un TLC puede formar parte de un proceso de integración, generalmente como el inicio de la dimensión económica del proceso mediante estrategias de cooperación comercial. O puede tener un fin en sí mismo, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre los EE. UU., Canadá y México, más conocido como NAFTA por su sigla en inglés.
De modo que los TLCs no son beneficiosos per se, por el contrario, suelen formar parte de las estrategias de las economías más fuertes para extender su influencia y hasta para paliar sus propias crisis; el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) tal como fue propuesta por los EE.UU. es un modelo de este tipo de proyectos.
El MERCOSUR está aún muy lejos de ser un mercado común y como proceso de integración regional –que deberá ser, ineludiblemente, multidimensional- presenta muchas carencias, entre ellas, la dimensión social, tema de la próxima nota. Y en la dimensión económica, comparativamente la más desarrollada, la ausencia de políticas efectivas de compensación de las asimetrías, por ejemplo, es una de las causas de la crisis del bloque; al respecto, ayer en Córdoba se ha expresado el propósito firme de modificar esta situación. Es una de las acciones imprescindibles en el camino hacia una verdadera integración.
Zulma Larrea
M.Sc. en Integración Regional
Decana Facultad de Ciencias Humanas –UNRC
zlarrea@hum.unrc.edu.ar; zlarrea@fibertel.com.ar
20/07/06