Poco ha cambiado Gastón Zárate desde aquella tarde de febrero del 2007 en que enfrentó con timidez y palabras pausadas a la improvisada conferencia de prensa con decenas de periodistas frente a su casa. En esa oportunidad, se anticipaba una sorpresiva e inexplicable detención. Ahora, la noticia del arribo del informe del FBI con el cotejo de muestras genéticas le significa un alivio. El pintor devenido en perejil está convencido de que al fin terminará su martirio en la vinculación con el crimen de Nora Dalmasso y advierte que al fiscal Javier Di Santo «no le quedan más opciones».
– ¿Qué significó el arribo del informe del FBI? ¿Qué expectativas tiene?
– Es una alegría inmensa y espero que sirva para que me desvinculen.
– ¿Está tranquilo en la espera del resultado?
– Lo espero muy tranquilo. Quieron que me saquen de esta causa porque me arruinaron.
– ¿Cree que el informe permitirá su sobreseimiento?
– Al fiscal no le queda otra que sacarme del caso.
– ¿Dejaron de investigarlo ó ha sido sometido a pericias judiciales?
– Desde que me sacaron de prisión me dejaron de investigar. No encontraba explicaciones sobre por qué seguí imputado aunque nadie me investigaba.
– ¿Qué cambió en su vida con esta causa?
– Algunas cosas me perjudicaron. No conseguí empleo y había algunos que me miraban raro, me tildaron de asesino.
– ¿Qué cree que cambiará tras la decisión que tome el fiscal?
– Nos vamos a sacar un peso de encima. En mi familia estamos muy tranquilos porque nunca tuve nada que ver.
– ¿Cree que el informe del FBI permitirá dilucidar quien mató a Nora?
– No se va a conocer nunca el asesino. Perdieron muchas pruebas, la causa estuvo mal desde el principio… esto va a quedar impune.