Guía de uso del respirador

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El uso de respiradores es sugerido en las siguientes situaciones:

– Ambientes cerrados y con mucha gente, en el que puede haber personas con el virus (por ejemplo: subtes, trenes, etc) dado que el virus de Influenza A H1N1, se transmite al toser, estornudar y que pueden llegar hasta un metro de distancia.

– Quienes deban atender a una persona que tiene Influenza o síntomas similares

– Quienes deban concurrir a un hospital, servicio asistencial o sanatorio.

Como hemos comunicado reiteradas veces, es vital mantener la higiene de las manos, especialmente después de tocar barandas, picaportes u otras superficies de contacto frecuente y también limpiarlas, debido a que el virus puede permanecer en las manos hasta 5 minutos y en otras superficies hasta 48 horas.
El respirador, por si mismo, no es barrera suficiente para evitar el contagio. El respirador disminuye el riesgo de exposición al virus, pero no lo elimina y será efectivo cuando esté correctamente colocado. Para ello, repasar el siguiente documento que publicamos al final de la nota.

La efectividad del respirador depende de la calidad de ajuste del mismo al rostro del usuario. Por lo tanto, personas que tengan vello facial que interfiera en el sello del respirador, no estarán recibiendo la protección adecuada. Asimismo, los respiradores tampoco serán efectivos cuando sean utilizados por niños.
El respirador puede reutilizarse siempre que: se lo mantenga cerrado en una bolsa limpia, se mantenga el estado de las bandas y no esté dañada su estructura.
Estos respiradores no deben lavarse ni limpiarse con agua ni alcohol (u otros solvente).

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