Renata Toscano y Sandra Almirón murieron en diferentes barrios del conurbano bonaerense. Las dos eran docentes y fueron abordadas frente a sus hogares, cuando llegaban con sus autos. Las mujeres no se resistieron al asalto y entregaron los vehículos. Igual, las mataron a tiros.
La inseguridad golpeó otra vez la provincia de Buenos Aires. Apenas nueve días después del asesinato de la arquitecta y catequista Renata Toscano (43), ocurrido en la localidad de Wilde, un crimen de similares características conmueve a otra zona del territorio bonaerense.
Ayer entre las 20:30 y las 20:45, la maestra Sandra Almirón (37) fue asesinada de un disparo por dos delincuentes que le robaron su automóvil, un Chevrolet Corsa verde, cuando llegaba a su casa en la localidad de Derqui, partido bonaerense de Pilar.
Sandra era maestra de primaria y estaba a cargo de un tercer grado en el Colegio Santa Ana, donde enseñaba todas las materias y, al igual que Renata Toscano daba clases de catequesis, y era muy apreciada por sus alumnos y compañeros de trabajo. Además, Sandra era docente de la Escuela N 43, del barrio Carlos Pellegrini.
Tanto Sandra como Renata fueron víctimas de la delincuencia cuando llegaban a sus casas. Las dos mujeres fueron sorprendidas por delincuentes para robarles el auto y, aunque en ninguno de los casos las víctimas ofrecieron resistencia, fueron asesinadas.
Renata fue muerta el 17 de noviembre alrededor de las 14 a dos cuadras de la estación de trenes de Wilde, en la esquina de Bolívar y Raquel Español, cuando llegaba a su casa en su automóvil Ford K blanco.
Mientras que en el reciente caso de Sandra no hay detenidos pero sí indicios firmes para dar con los criminales, en el asesinato de Renata las personas que fueron apresadas, entre ellas dos menores, fueron liberadas por no encontrarse elementos para vincularlos con el hecho.
Tras el crimen de Renata, los vecinos de Wilde se organizaron y movilizaron en dos oportunidades para reclamar a las autoridades justicia y seguridad ante la seguidilla de episodios delictivos violentos que se repiten en casi todas las zonas del Conurbano.
Como Sandra y Renata hay miles de víctimas de la inseguridad en todo el país y junto a ellas, miles de familias lloran y reclaman medidas para hacer frente a esta problemática de la que nadie está exento.