Difícil de conocer – La Biblia y el Calefón

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Eduardo Mugnaini no representó un modelo de Defensoría, sino a un sector interno. No ganó por un debate abierto hacia la gente sobre el ombudsman que aspira ser. Su victoria se debe a una jugada política más certera que la de su rival. El voto secreto fue el resultado de especulaciones y negociaciones que derivarían en la designación de Nelso Doffo como adjunto…

Por Pablo Callejón – (pjcallejon@yahoo.com.ar) Eduardo «el Lalo» Mugnaini,  el eterno pre candidato, asumirá como el próximo defensor del Pueblo. El peronismo trasladó su propio desconcierto mas allá del letargo por una elección municipal que no deja de martirizarlos y la extraña lógica política salpicó a la Provincia y el Municipio en una votación para la Defensoría con demasiadas penas y rápido olvido.
Las indefiniciones de Unión por Córdoba debían ser resueltas por el oficialismo pero revelaron, en cambio, las propias internas de la alianza en el poder.
El PJ delasotista, con Víctor Núñez y Tin Sánchez a la cabeza, impulsó a Muganini para enfrentar al caballo del comisario.  La victoria humilló a los referentes del Gobernador que volvieron a ser derrotados en su representatividad interna en la ciudad . Decidieron una compleja jugada en la interna para intendente y perdieron. Lo volvieron a intentar con la Defensoría y cayeron una vez más.
Juan Jure no dudó en impulsar a De Rivas y hay quienes afirman que el propio gobernador se lo solicitó. En la Municipalidad daban por hecho que se respetaría la decisión del intendente pero el alonsismo, Saracho y los ediles cercanos a Yuni votaron por Mugnaini.
Definida la elección, el peronismo sigue con su división hiriente, el schiaretismo parece cada vez más debilitado internamente en Río Cuarto y en el oficialismo saben que no todos miran la cancha con el mismo frente. En un mismo lodo todos embarrados.
Eduardo Mugnaini no representó un modelo de Defensoría, sino a un sector interno. No ganó por un debate abierto hacia la gente sobre el ombudsman que aspira ser. Su victoria se debe a una jugada política más certera que la de su rival. El voto secreto fue el resultado de especulaciones y negociaciones que derivarían en la designación de Nelso Doffo como adjunto
La Coalición Cívica no habría decidido la renuncia del geólogo universitario a la pelea final  para evitar la suma de confusiones en la resolución de la contienda. Lo habría hecho porque eso significaba ser parte del acuerdo.
Mugnaini afirma que buscará una relación fluida y amable en una interacción con el Concejo Deliberante, la Municipalidad y otras instituciones. No esta mal un trato cordial pero la Defensoría debe controlar que se cumplan los derechos de los vecinos y eso implica estar en muchas ocasiones en la vereda de enfrente. El Defensor no debe integrarse al poder al que podría cuestionar si avasalla el derecho de la gente.  No debe ser amigo, ni parte. Su rol es el de custodiar y promover las garantías defensivas de quien ha sido afectado injustamente por un acto privado ó una decisión pública. ¿Qué hubiera hecho Mugnaini ante el impuestazo? 
El actual prosecretario del Concejo Deliberante carga  con la herencia de un político de fuste, el ex intendente Humberto Mugnaini, un caudillo peronista en los ’70. El, sin embargo, no se considera un hombre de la política sino de las instituciones.  Un secretario conocido y un defensor aún difícil de conocer.
La elección por la sucesión de Juan Manuel Llamosas no fue de cara a la gente sino a puertas cerradas y con análisis en off the record. El propio Mugnaini se negó a explicar públicamente su proyecto hasta que habló en el Concejo Deliberante en una exposición escueta a horas de la primera votación. El ombudsman electo sabía que el debate no se reproducía en los medios, sino que se definía en el resultado de los acuerdos partidarios y sectoriales. Esto sucede en el país y pasó en la elección del defensor de la Provincia. Río Cuarto solo ratificó el mecanismo.  

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