El rol educativo ante las elecciones

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Tanto internacionalmente como en nuestro país, están enterados del gran enredo ético y cuasi ilegal que tenemos ante las postulaciones etiquetadas suavemente como “testimoniales”, pero que en realidad son técnicamente fraudulentas al decir de los constitucionalistas. Uds. dirán: ¿Por qué una educadora opina sobre lo que está pasando en nuestro país? Porque parece que primero el país es conducido por la realidad, luego no sabemos por quien, y recién después los fabuladores (fábula, hacer creer a…). No vislumbro que haya procesos que produzcan acciones  coherentes con nuestra Constitución; o mejor dicho juzgaría que la trasgresión fuera la norma.

Ya sabemos que Argentina muestra siempre a Bs. As al exterior, ignorando el interior con más de la mitad de sus habitantes rondando de la nada a la nada, sin apreciar que tienen una Estado que los acoja. Y esto en educación lo catalogo de  grave. Los millones de adolescentes y niños que se desarrollan en ese ambiente, están leyendo datos e información por medios de comunicación masivos o por Internet de todo esto, pero con ausencia de ordenamiento para transformarse en conocimientos. Conocimiento políticamente correcto, según lo que debe ser para la organización institucional de país que quiere desarrollarse. Hay leyes pero no se las respeta. La Constitución “vegeta en vitrina de museo”. El accionar del Código Civil y Penal son más parábolas que justicia. Los ejemplos son muchos, pero solo mencionaré a dos que van a ocupar estrados pretèritamente privilegiados para aquellas personas que, además de dignas, tenían que ser de gran sapiencia y con antecedentes “transparentes” en el accionar político como Lisandro de la Torre o Alfredo Palacios; hoy se buscan apoyo en “benditos” tales y cuales, surgiendo como candidatos a prototipos/as a quienes ubican a voluntad el reparto electoral de cuadernos evidentes, como la boxeadora Tigresa Acuña o la actriz Nacha Guevara. Que observamos los educadores: turbulencia fenomenal en el “cerebro adolescente”! No solo ninguno de ellos entiende nada, sino que tampoco a los adultos parece importarles demasiado, entonces pareciera estuviéramos viviendo en un circo político basado en un surrealismo que se va instalando como forma de vida ciudadana. Seguimos emparchando a la pobre Nación con unas elecciones  más inclinadas a la conservación del poder que, lo que hoy pareciera ingenuo, pensando en el bien común de la población y en lo que cada ciudadano necesita. De repente aparece una oposición, racional y más cercana a los “deberes” democráticos que abre una brecha para permitirnos  tener algo de ilusión y deslumbre, que eviten la desmoralización ante tamaños “parches democráticos”  Mientras para todo esto, como efecto colateral, se está invirtiendo lo que tendría que ir a cubrir el déficit presupuestario en educación y salud.
¿Por que toda esta introducción? Porque en educación, ya desde el Nivel Inicial se comienza a valorizar la palabra, luego en los distintos niveles educativos, se enseña su aplicación en la cultura, en las instituciones democráticas, y en todo lo referentes a la convivencia sin exclusiones y en igualdad de condiciones. Hacemos hincapié en la verdad, en el respeto por la justicia, en el valor de la vida y en las conductas solidarias y responsables. Pero entonces  ¿Que está pasando? Exactamente lo contrario. Para fundamentarlo, recurro a la opinión de Santiago Kovadloff “…existe en la actualidad un envilecimiento de las instituciones, el descrédito de la educación, la indefensión de la salud, la ruina de los partidos políticos, con una dirigencia sin escrúpulos ni cultura nacional, haciendo de la constitución un abuso del poder” Yo me pregunto: la dirigencia de turno¿ Concurrió a alguna institución educativa? Y si lo hicieron ¿Registraron o aprendieron los basamentos del comportamiento humano?
Si existe un cierto grado de irracionalidad en las presentaciones de hechos y de argumentaciones políticas…me pregunto: ¿Será producto probable de ausencia racional de aplicaciones educativas metidas en la cabeza?…Entonces ¿Hacia que lado estoy mirando yo? Me siento segura que desde mi punto de vista educativo estoy mirando hacia el lado correcto. Los “burros”miran hacia el lado incorrecto.
LIC ELENA FARAH

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