Dormir la siesta – La Biblia y el Calefón

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«Si es por convicción tenemos que cerrar los slots pero no podemos y hay que reducir lo más que se pueda» No será por convicción y ni siquiera se acercará a las pretensiones originarias del oficialismo. La definición de la concejal Viviana Yawny es el pensamiento de muchos en su bloque. Río Cuarto para Todos finalmente optó por un funcionamiento de 14 horas para calmar los ánimos sindicales. 16 son las horas de funcionamiento que avala el decreto de Alberto Cantero aún vigente. Un cambio para que nada cambie…

Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar) – «Si es por convicción tenemos que cerrar los slots pero no podemos y hay que reducir lo más que se pueda» No será por convicción y ni siquiera se acercaría a las pretensiones originarias del oficialismo. La definición de la concejal Viviana Yawny es el pensamiento de muchos en su bloque. Los Roggio volverán a ganar en el juego que más le conviene, sin riesgos económicos ni participación alguna en el debate público.
En la audiencia pública, una abogada de la Lotería de Córdoba, de apellido Amigo y sonrisa insistente, lanzó la primera defensa corporativa de la Provincia a favor de la concesionaria Cet al proclamar el juicio final al Estado que osaba afectar el convenio sobre el juego. En plena negociación por una restricción horaria fue el propio Gobierno de Córdoba, utilizando como vocero a Ricardo Rojas, el que logró dilatar un tratamiento en el parlamento local con la promesa de lograr un acuerdo con los Roggio. El diálogo incluía, presuntamente, a Monseñor Eduardo Martín quien debió desmentir la versión al señalar que desde diciembre no hablaba con el gobernador Juan Schiaretti sobre el tema y pidió que el Casino funcione «lo menos posible».
Sin conocer los términos de los encuentros entre la Provincia y los empresarios, ni haber tenido contacto alguno con algunos de sus protagonistas, el Concejo volvió a postergar una decisión que anunciaban en los medios y no se atrevían a dar en el recinto. Finalmente, el matutino La Voz del Interior publicó que Lotería solo había obtenido una reducción de dos horas y nadie del Gobierno desmintió la información.
El Ejecutivo parecía haber asumido como una cuestión de Estado la pelea con el Casino pero en casi un año de gestión no hubo ningún avance. En la audiencia pública se planteó el impacto social y económico de las tragamonedas en Río Cuarto y desde aquel encuentro se reprodujeron tediosas dilaciones en la toma de decisiones políticas. Primero se apeló al consenso y, tras varios meses de posiciones encontradas, el oficialismo logró sumar a dos de los bloque opositores en un proyecto común que incluía la apertura durante la noche de la sala de juegos. El saldo no fue suficiente.
Cuando la propuesta oficial parecía incorporarse en el debate parlamentario, desde el gremio de trabajadores de casinos advirtieron que avanzar sobre la medida implicaría la pérdida de medio centenar de puestos trabajadores. Roggio no necesitó augurar fantasmas del desempleo si afectaban su negocio millonario y redondo porque el sindicato lo hizo por él.
El Presidente del Concejo Deliberante Eduardo Yuni siempre fue el principal responsable del debate y decidió abrir una vez más el juego de la discusión trasladando los costos al propio parlamento. ¿Una corporación que recaudó 140 millones de pesos en 4 años no está en condiciones de redistribuir ó asimilar la tarea de 50 trabajadores? ¿Por qué debe asumir el municipio la carga negativa por potenciales despidos si intenta aplicar una medida pensada a favor del interés general y la salud de toda la población? El Concejo Deliberante decidió dar marcha atrás en la voluntad de condicionar fuertemente el impacto negativo de los slots y favorecer, una vez más, a quienes obtuvieron un acuerdo por décadas con el Estado y perciben ingresos sin riesgos empresarios. ¿Por qué no lograr un acuerdo político para exigir a los Roggio mantener las fuentes de trabajo? ¿No puede el Estado solicitar  ese mínimo requisito en virtud del obsceno traslado de recursos que mensualmente los jugadores realizan en un juego donde la banca no pierde nunca?
El bloque de Río Cuarto para Todos finalmente optó por un funcionamiento de 14 horas para calmar los ánimos sindicales. 16 son las horas de funcionamiento que avala el decreto de Alberto Cantero aún vigente. Un cambio para que nada cambie.
La propuesta oficialista incluye, además, un programa de investigación sobre la ludopatía, un registro para los adictos al juego, espacio de orientación y capacitación sobre las consecuencias del juego y la coordinación de medidas con la Provincia. Medidas generales con buenas intenciones y de dudosa aplicación en tiempos de presupuestos bulímicos.
La inclusión de un artículo que impida abrir nuevas salas de juego es una buena señal pero que solo será cotejada en 20 años cuando caduque el contrato del que gozan los Roggio.
La compañía beneficiaria de la concesión no necesitó esconder sus cartas ni sentarse a la mesa del juego. La partida la podrían ganar en silencio, sin perder la apuesta y con rivales abatidos. Los slots abandonarán la siesta a la espera de una larga noche. Ni más, ni menos.

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