La semana pasada el grupo de los 20 fortaleció al Fondo Monetario Internacional triplicando sus recursos, y haciendo declaraciones que no solo alterarán la representación en el organismo sino que habrá una fuerte regulación para controlar a los mercados financieros. Fue el inicio de una nueva etapa y representa sin dudas un éxito porque se evitó el fracaso de haber caído en una carrera de devaluaciones competitivas, de aislamiento internacional y de proteccionismo nacional lo que sin dudas agravaría la crisis económica actual del mundo.
Se logra mantener el acceso al crédito internacional y se busca promover el comercio exterior. En otras palabras se hace más de lo que se venía haciendo que es aumentar la liquidez . Lo que importa sin embargo no son los niveles de liquidez sino la señal de que internacionalmente hay conciencia de la crisis, hay cooperación e intenciones de articular conjuntamente las posibles soluciones a la actual recesión. ¿Significa esto que la crisis está por resolverse? No necesariamente, en realidad significa que no se la agravará desde la política internacional. A la luz del fracaso ante situaciones graves en el siglo 20 como en la gran depresión que contrajo la liquidez en vez de aumentarla como señala en EEUU Milton Friedman en sus trabajos y la falta de resultados de la liga de las Naciones, lo que acaba de ocurrir ciertamente no agrega leña al fuego y es una señal adecuada.
¿Significa que ahora el Fondo Monetario es diferente y se convertirá a la heterodoxia económica?. Casi seguro que no. En realidad si algo ocurrió es que el Fondo emerge de todo su letargo producido por sus propios errores y la crítica intelectual y política que recibió, con más recursos que antes y con un papel central para el apoyo y monitoreo de los países emergentes. Así mientras aumenta la necesidad de los países más postergados, crece también el papel de prestamista del FMI. Dicho en otras palabras más allá de los protocolos Argentina con sus desprolijidades institucionales y en el manejo de las cifras estadísticas no accederá a la ayuda internacional.
Finalmente ¿significa esto que hay una gran reforma en el sistema monetario? La respuesta es tampoco. Por más que se cuestione al dólar como moneda internacional no hay ni señales que los ahorristas prefieran la moneda China ni que se avance en el reemplazo de la moneda Americana. La paradoja sigue siendo que la crisis se genera en los EEUU pero el refugio de valor es el dólar. La gran devaluación del mismo no llega, y todo indica que se sigue creyendo en el potencial tecnológico Americano que a la corta o a la larga, traccionará a su país primero a la salida de la crisis.
Dr Roberto Tafani