Con la crisis económica llega la desaceleración del consumo

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Sumado a los bienes durables, la canasta básica también se modifica por el impacto de la crisis. El precio vuelve a ser una variable de valor sobre la marca ante un consumidor que cuida el bolsillo.

La desaceleración del consumo, como consecuencia de la crisis económica actual no solo golpeó a las grandes industrias sino también dejó su marca en la adquisición de los productos de la canasta básica.
Aunque los alimentos son la última compra que los hogares están dispuestos a modificar, lentamente se comenzó a alterar la composición de la canasta y algunos rubros sufrieron más que otros.
Dado que la inflación es la principal preocupación, las expectativas de los consumidores fueron claves para ajustar la conducta de consumo. Estos agentes reaccionaron aplicando lo aprendido en 2001. Las promociones, descuentos y segundas marcas, que se consolidaron en el 2001, fueron bien recibidos como forma de adecuar el gasto disponible.
A días de finalizar marzo del corriente año, el resultado de las primeras mediciones sobre inflación de la canasta familiar preocupa, en especial, a la clase media, debido a que los aumentos de las primeras marcas superan, en algunos casos el 5%, según informó un relevamiento realizado por Adelco, por lo que las compras de los mismo son menos frecuentes ahora.
Este terreno liberado por las primeras marcas, dada la elección del consumidor, fue aprovechado por las marcas de segunda opción, como por ejemplo: Marolio, Querubín, que son de más bajo precio que las primeras. Quienes por otro lado, solo se han incrementado un 0,9%.
El cambio de hábitos que se manifiesta en muchos agentes deja en la mira a estos productos líderes, debido que la gente comienza a medir sus gastos y a elegir las opciones más convenientes para el bolsillo.
Si bien los expertos en consumo, sostienen que todavía no hay un cambio notable en el conjuntos de las marcas elegidas por los consumidores, comienzan a aparecer algunas inclinaciones a reasignar calidad por precio, variable que vuelve a ser muy analizada por la gente cuando se encuentre frente a la góndola.
A modo de conclusión: queda por delante un 2009 con menos crecimiento. En lo que respecta al consumidor, estará más expectante respecto de su futuro y buscando las alternativas que le permitan mantener su gasto lo más estable posible.

Esta es una publicación de Fundación EGE, con la colaboración de Alejandra Rodríguez, miembro de Fundación EGE- info@fundaciónege.org

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