Nadie, pero absolutamente nadie es tan iluminado como para saberlas todas. Tampoco hay nadie que tenga una idea salvadora a una situación crítica. Se necesita la opinión de todos los involucrados y muy especialmente de los que sufren las consecuencias. Entonces los que han sido designados como administradores, deben escuchar a los conciudadanos. No deben creerse dioses, ya que nadie lo es y menos los políticos, pero tampoco los salidos de las aulas recientemente.
Todo en la vida debe contener un equilibrio entre la teoría y la práctica. Así es como avanzan las empresas que buscan y obtienen el mejor rédito. La administración pública no es un «botín de guerra» y quien gana la llena de secuaces inútiles. Los países que avanzan incorporan solamente personas que han triunfado en la administración privada, para luego hacer algo por sus conciudadanos. Aquí lo usamos al revés.
Lamentablemente el político y quien se candidatea a eso, tienen siempre ideas salvadoras y fantasiosas que permanentemente nos han llevado al desastre. Hoy estamos en situación crítica ya que los malos administradores han hecho inversiones desastrosas. Solo recordemos las palabras casi proféticas de un ex-presidente «Yacireta, la cuna de la corrupción» Los que se «beneficiaron» fueron los grandes capitalistas. Todo quedo sin investigar y quienes han pagado, pagan y pagaran son los de siempre, los ciudadanos desde Salta, Misiones a Tierra del Fuego.
Pidamos que esos delitos no prescriban jamás ya que sus consecuencias torturan a millones de ciudadanos. Actuemos como grandes y no como cómplices de ladrones.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto