En cualquier país del mundo, todos los comerciantes y ciudadanos tenemos un socio, lo queramos o no. Es el Estado que bajo razones traídas de los pelos, participa en nuestros negocios. Con razones de que no toda la gente esta capacitada para administrarse, extrae dineros para asegurarse un «sueldito» como retribución a su sapiencia.
Primero fue para dar educación gratuita, luego para que las personas se portasen bien e hicieran lo que otros dicen. Posteriormente para darle a la mayoría «Pan y Circo» y para encausarlos. Así se «enquistaron» y hoy están mas firmes que garrapatas, chupando la sangre. Los mejores sueldos, viáticos y privilegios son para ellos. También son previsores ya que las mejores jubilaciones las tienen los que militan en la política.
Han establecido una cadena donde tres Poderes se dividen todas las atribuciones. Un Poder Ejecutivo, un Legislativo y un Judicial. Lentamente uno de ellos se fue «fagocitando» a los otros, haciendo todo a fin de quedarse con todo el dinero. Ya es tan descarado que ni usan antifaz, a plena luz del día y a cara descubierta, delinquen. Y nadie dice nada, solo paga. Los políticos, en épocas eleccionarias, salen con un discurso y luego en el poder se dan vuelta como un panqueque. ¿Serán los hombres tortillas?
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto