Los fuertes calores favorecen la aparición de la diarrea estival, uno de los males más temidos entre los que afectan a los nenes en verano.
“Nosotros —explica el Dr. Daniel Pizzi— tenemos distintos tipos de patologías prevalentes según la época del año. Así como en invierno son los problemas respiratorios, bronquiales, en esta época lo más frecuente, lo que más internaciones y esfuerzo provoca en los hospitales de niños, son las diarreas y deshidrataciones”.
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Enseguida, ante la primera aparición de síntomas. Cuando el niño comienza con muchas deposiciones, no hay que esperar, no hay que decir “voy a ver si se le pasa”. Inmediatamente hay que ir al médico.
¿Cuál es la razón de actuar con tanta urgencia?
El niño, con cada deposición, pierde muchas sales y electrolitos y se produce la deshidratación rápidamente. Así como los niños a veces se recuperan muy rápido, ambién se descompensan muy rápido. Inmediatamente hay que darles agua en cucharitas y llevarlos al médico lo antes posible.
¿Qué recomendaciones se deben tener en cuenta?
Higienizarse bien las manos con agua y jabón abundante a la hora de preparar los alimentos y darles de comer a los chicos. Desde ya, los utensilios deben ser lavados antes y después de su uso. Los chupetes deben lavarse con agua segura, así como las tetinas. Los restos de mamadera no se deben guardar.
Hay que tener mucho cuidado con los alimentos en esta época del año, porque es allí donde desarrollan las bacterias que producen en los niños estos tipos de cuadros. Hay que estar seguros de la cadena de frío. Hay que prestar mucha atención a lo que uno come, de dónde se obtiene, cómo se procesa. A veces estamos en la calle y compramos cualquier cosa, lo cual produce a veces cuadros de intoxicación alimentaria muy frecuentes también en esta época.
Siempre se insiste con la higiene de los vegetales.
Frutas y verduras crudas son las que mayor cantidad de problemas nos traen cuando están mal lavadas. Deben estar lavadas con agua segura, pero bien lavadas. Con esto decimos, por ejemplo, lavar la lechuga hoja por hoja con agua corriente y segura. A veces los huevos de los parásitos, o las bacterias como el Escherichia coli, están entre las partes del vegetal. Por eso es que todas las frutas y verduras deben ser lavadas con mucho cuidado. Y en la medida de lo posible, si son cocinadas mejor, porque ahí no corremos ningún riesgo. También las carnes deben estar bien cocidas.