El kirchnerismo quedó cuarto. El gran perdedor fue el juecismo, representado en el Frente Progresista, que obtuvo un poco más del 3 por ciento, en un desplome histórico de la fuerza.
Unión por Córdoba se consolidó como la principal fuerza a nivel provincial, aunque con un porcentaje inferior al que esperaba el delasotismo. Escrutado el 96,6 por ciento de los sufragios, el peronismo cordobés, sumando a Martín Llaryora, se alzaba con el 30 por ciento de los votos.
En segundo lugar quedó el radicalismo que obtuvo un 22,3 por ciento, con una aplastante victoria provincial de Oscar Aguad sobre Miguel Abella, quien no alcanzó el mínimo para integrar la lista de candidatos.
La gran sorpresa de las elecciones fue el PRO, liderado por el ex árbitro, Héctor Baldassi, quien alcanzó el 12,1 por ciento y relegó al cuarto lugar al kirchnerismo, con el 10 por ciento.
Olga Riutort obtuvo el 6 por ciento y la Izquierda superó el 5 por ciento, en una notable elección para Liliana Olivero.
El gran perdedor fue el juecismo, representado en el Frente Progresista, que obtuvo un poco más del 3 por ciento, en un desplome histórico de la fuerza.
Cómo se preveía, Domingo Cavallo y los Rodríguez Saa ni siquiera alcanzaron el mínimo para llegar a las legislativas de octubre.