«Falta de disciplina, entrenamiento y supervisión». Estos fueron los factores que ocasionaron lo maltratos de los prisioneros iraquíes por parte de soldados estadounidenses, afirmó el general Antonio Taguba.«Falta de disciplina, entrenamiento y supervisión». Estos fueron los factores que ocasionaron lo maltratos de los prisioneros iraquíes por parte de soldados estadounidenses, afirmó este martes ante el Senado de Estados Unidos el general Antonio Taguba, autor de un informe sobre el tema.
Creo que lo hicieron por su propia voluntad. Creo que colaboraron con varios interrogadores de la inteligencia militar en el nivel más bajo
Antonio Taguba
El oficial aseguró, sin embargo, que los abusos llevados a cabo por unos pocos soldados no eran sistemáticos.
«Fracaso en el liderazgo, desde el comandante de brigada para abajo, falta de disciplina, ningún entrenamiento ni supervisión», señaló ante el comité de las fuerzas armadas de la Comisión para Asuntos Militares del Senado de EE.UU..
«Creo que lo hicieron por su propia voluntad. Creo que colaboraron con varios interrogadores de la inteligencia militar en el nivel más bajo», añadió.
Taguba estuvo acompañado por Stephen Cambone, el sub-secretario de Defensa para el área de Inteligencia, y el teniente general Lance F. Smith, vice-director del Comando Central, a pesar de que en un principio se creía que iba a comparecer solo.
En febrero pasado, Taguba escribió un informe en el que acusó a los guardias de la prisión de Abu Ghraib en Bagdad de cometer «abusos criminales gratuitos, descarados y sádicos».
«Esos abusos sistemáticos e ilegales contra los detenidos fueron cometidos de manera intencional por varios miembros de la policía militar estadounidense», escribió el general en su informe.
En ese documento, el oficial también incluye los testimonios de algunos oficiales de inteligencia militar que dijeron a los guardias que maltrataran a los detenidos para «facilitar el interrogatorio».
Sistemático o aislado
Durante la comparecencia, las inquietudes se basaron en tres puntos básicos:
¿Sucedieron los mismos maltratos de manera sistemática o se trata de casos aislados?
¿Fue una política implementada desde jerarquías superiores?
¿Son los 7 soldados de bajo rango los chivos expiatorios?
Ante estas preguntas, Taguba afirmó que no hay ninguna prueba de que exista una política de maltrato a los prisioneros iraquíes, ni de que las torturas infligidas por militares estadounidenses a los prisioneros iraquíes fueran el resultado de una directiva o de órdenes recibidas.
«No hallamos ninguna prueba de una política u orden directa dada a estos soldados para que hicieran lo que hicieron», aseguró.
(El gobierno de EE.UU.) dejó en claro que las Convenciones de Ginebra se aplican a nuestras actividades
Stephen Cambone
Por su parte, Cambone dijo que el gobierno de EE.UU. «dejó en claro que las Convenciones de Ginebra se aplican a nuestras actividades» en Irak y dijo que «los miembros de nuestras fuerzas armadas deberían estar al tanto de eso».
Sin embargo, el funcionario admitió que hubo una falta de disciplina en la cadena de mando en la prisión de Abu Ghraib, y que era precisamente esto lo que estaba investigando el Pentágono.
Por ahora son siete los soldados que enfrentan cargos penales por el escándalo de abusos y otros seis, oficiales y suboficiales, han sido amonestados.
Algunos de los implicados en el caso han dicho que se les ordenó preparar (o «ablandar») a los prisioneros para ser interrogados por oficiales de inteligencia militar.
El máximo responsable
Varios legisladores demócratas opinan que el responsable en última instancia es el jefe del Pentágono y su decisión de no implementar la Convención de Ginebra en algunos casos -como en Guantánamo.
El artista iraquí Abdul-Kareem Khalil escribió en la base de su escultura «Estamos viviendo en la democracia estadounidense».
Pero el presidente George W. Bush, quién visitó el Pentágono el lunes, manifestó públicamente su apoyo al secretario de Defensa. El mandatario describió el trabajo de Donald Rumsfeld como «soberbio».
De lo que no cabe duda es que las fotos ya comenzaron a mellar el apoyo de la guerra en Irak. Según la última encuesta de opinión, por primera vez desde que se inicio el ataque hace más de un año, la mayoría de los estadounidenses consideran actualmente que la guerra no valió la pena.
Y hay muchas más fotos que no han sido divulgadas y el gobierno de Bush sigue analizando la conveniencia de hacerlo.
La punta del iceberg
Aunque los funcionarios y los oficiales aseguren que se trata de «casos aislados», cada día se dan a conocer más informes y detalles que hablan de un problema grave.
Por ejemplo, se hizo público el informe confidencial de la Cruz Roja -que fue filtrado a los medios de prensa- el cual sugiere que nueve de cada diez detenidos por la coalición en Irak, fueron arrestados por error.
Los efectos de que pasó en Abu Ghraib se seguirán sintiendo.
El informe de 24 páginas -que cita a oficiales de los servicios de inteligencia de la coalición- y que fue entregado a la coalición por el Comité Internacional de la Cruz Roja en febrero, dice que se encontró evidencia de que los abusos a los prisioneros eran frecuentes y comunes.
Este martes, Amnistía Internacional sacó otro informe donde denuncia que las tropas británicas en Irak mataron a civiles, entre ellos una niña de ocho años, en situaciones que no presentaban un peligro.
Y en Washington, fuentes del Pentágono dijeron que las autoridades también están investigando una acusación de que tres soldados estadounidenses llevaron a una detenida a un sector aislado para manosearla, hasta que otro soldado los descubrió.
Con este tipo de investigaciones, el Pentágono quiere demostrar que no está dispuesto a permitir maltratos, pero el efecto en la credibilidad de las fuerzas estadounidenses ha sido devastador y no sólo en el extranjero, sino también en EE.UU.